Redacción
El campeón defensor se despidió tras empatar con el Bayer Leverkusen. Aris Salónica cumplió su parte venciendo al Rosenborg y se clasificó como segundo
Bajo una intensa nevada y con un campo en condiciones que estaban lejos de ser las ideales, el Atlético trató prácticamente desde el comienzo de sacar lo mejor de la situación y de hacer sus deberes en Leverkusen, quedando a la espera de que el Aris griego no ganase su compromiso.
La búsqueda de la portería contraria fue el objetivo desde el comienzo. En el minuto 10, llegó la primera ocasión para los rojiblancos, luego de una gran jugada del Kun Agüero por la derecha cuyo centro no alcanzó a rematar Diego Forlán por centímetros.
En el minuto 32 y en el 38, el delantero uruguayo contó con las dos situaciones más claras. Primero, tras una excelente jugada de Simao por la izquierda y un remate impreciso que fue interceptado con el cuerpo por el arquero Fabián Giefer, y luego con un disparo fuera del área que pasó cerca del poste izquierdo.
Atlético era el equipo que mandaba en el campo, en un partido de calidad escasa, lo que en parte podía deberse a las condiciones climáticas. Sin embargo, al comienzo de la segunda parte el Leverkusen logró contrarrestar la presión de los españoles, poniendo el balón en la mitad rival.
En el complemento, en la segunda llegada riesgosa del Leverkusen se abrió el marcador al minuto 69. Fue un pelotazo largo, que encontró Patrick Helmes a quien Amaranto Perea no pudo detener por más que forcejeó con él dentro del área. Helmes disparó raso y de Martín Gea nada pudo hacer.
El equipo colchonero logró hacer renacer las pocas esperanzas que tenía, el resultado parcial del Aris no daba para sueños, cuando en el minuto 73 Fran Merida aprovechó un balón que había quedado huérfano en el área alemana para marcar el gol del empate.
Para más no alcanzó el partido. Hubo ocasiones para ambos equipos pero el gol que le permitiera al Atlético soñar un poco no llegó nunca. Además, la victoria del Aris 2-0 ante el Rosenborg noruego dejó a los rojiblancos completamente sin opciones.