Redacción
Alias 'Chepe' permanece custodiado a la espera de que el Gobierno agilice su envío a EE. UU.
El narcoparamilitar Rafael Álvarez Pineda, alias ‘Chepe’, se había convertido en el objetivo más escurridizo del grupo de inteligencia de la Dijín que combate a las bandas criminales y que caza a narcos pedidos en extradición por EE. UU.
Aunque los oficiales sabían quién le llevaba la comida de mar y el tequila Don Julio a sus escondites, el nombre del odontólogo que le hizo el diseño de sonrisa y hasta el proveedor de sudaderas negras Adidas y Nike que usa a manera de uniforme, no habían podido penetrar su zona de seguridad en el Bajo Cauca antioqueño.
“Cuando llegábamos a lugares clave, como al ferry que atraviesa el río Cauca, en el corregimiento de Piamonte, le avisaban vía radio y se nos escapaba. Y era imposible interceptarle las comunicaciones porque usaba correos humanos”, le dijo a EL TIEMPO uno de los tenientes de la Dijín que lo persiguió por años.
Con esas tácticas, 150 hombres armados y un pacto con la banda ‘los Urabeños’, ‘Chepe’ desplazó a ‘los Rastrojos’ de esa región y se adueñó de las narcorrutas que cruzan por Antioquia. De paso, se convirtió en uno de los ocho líderes de bandas criminales procesados en cortes de la Florida y solicitados en extradición por EE. UU.
Sin cumplir 39 años y con el ‘título’ de heredero directo del narco Nicolás Bergonzoli y del paramilitar Ramiro ‘Cuco’ Vanoy, también se apropió del millonario negocio de las extorsiones a ganaderos y a mineros de esa zona, una de las más importantes vetas auríferas del país.
De hecho, hace 15 días, les ordenó a varios comerciantes de Caucasia y Tarazá que cerraran sus negocios y se unieran al paro minero. Además, envió gente a los bloqueos y mató reses para alimentar a los manifestantes.
Y aunque la región quedó paralizada, ‘Chepe’ mandó cobrar la cuota de extorsiones de agosto: el diez por ciento de la producción. Eso indignó a un grupo de afectados que decidieron entregar datos sobre su ubicación.
“Las fuentes humanas nos dijeron que el sábado 24 iba a celebrar el envío de un gran cargamento de coca y que había invitado a una de sus fincas a seis personas de Yacopí (Cundinamarca), su pueblo, y a cuatro mujeres de Cáceres a las que les decía ‘las Criollitas’”, aseguró uno de los oficiales que le venía siguiendo el rastro. Ese día, tres helicópteros Black Hawk salieron de Bogotá con 30 hombres élite de la Dijín y de los Comandos de Operaciones Especiales (Copes) y, a las 9:30 p.m., uno de los aparatos se posó sobre la finca El Abuelo.
En menos de 2 minutos, tres policías entrenados por el cuerpo élite de los Navy Seals de Estados Unidos descendieron sobre el kiosko en el que ‘Chepe’ celebraba y veía la repetición de los goles del partido Cali – Santa Fe.
Las exmujeres
Aunque el capo había bebido mucho tequila, alcanzó a sacar una de sus dos pistolas 9 milímetros. Sin embargo, antes de usarla, recibió un disparo en el pulmón derecho. Otro más le perforó el hígado y le salpicó de sangre los crucifijos y cadenas gruesas de oro que lleva a manera de contras.
Sus lugartenientes, ‘León’ y ‘Arnoldo’, lograron huir y los invitados tuvieron que ser dejados en libertad por no presentar antecedentes.
La Dijín decidió trasladar a ‘Chepe’ a Bogotá por la gravedad de las heridas y por su peligrosidad. Y antes de aterrizar, ya sus abogados y dos de sus exmujeres habían pagado 20 millones de pesos en efectivo para que lo atendieran de urgencia en la Clínica del Country.
Allí permanece custodiado por tres grupos especiales a la espera de que el Gobierno agilice su envío a EE. UU. y se cierre su expediente criminal en Colombia.
Los herederos de alias ‘Chepe’
“Esto no lo vamos a dejar caer, todo va a seguir igual”. Con esas palabras, Arnoldo Sacristán Mahecha, alias ‘León’, les notificó a ‘los Urabeños’ que él había logrado huir del operativo contra ‘Chepe’ y que estaba a cargo. También se escapó el cabecilla militar, José Horacio Bello, alias ‘67’ y Pedro Alfonso Sacristán Rueda, la ‘Chula', encargado de la parte financiera. Dos de ellos son de Yacopí (Cundinamarca), zona en la que ‘paras’ de Ramón Isaza reclutaron a familiares de ‘Chepe’ cuando él tenía apenas 15 años. Ahora, tras su captura, ‘los Urabeños’ planean una cumbre de cabecillas para definir si ‘León’ asume el manejo de la zona y de las narcorrutas que su grupo comparte con alias ‘Gavilán’, jefe ‘urabeño’ en Córdoba.
El Tiempo