Redacción
La DEA y el FBI desplegaron un megaoperativo en 150 ciudades, como respuesta al asesinato de un agente estadounidense en México. Incautaron droga, dinero, armas y autos
"Este es un asunto personal en honor a Jaime Zapata", asumió Louis García, agente del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). "No toleraremos el asesinato de un agente estadounidense o ningún funcionario de los EEUU", insistió Carl Pike, titular adjunto de la división de operaciones especiales de la Dirección Antidrogas Estadounidense (DEA).
"Se trata de una respuesta a la muerte del agente… Estamos listos para obtener información de inteligencia buena y dura", declaró el vocero de la DEA, Michael Sanders. La redada nacional contra los cárteles mexicanos que operan en los EEUU fue motivada por el asesinato de Zapata, acribillado por un sicario de Los Zetas en San Luis Potosí semanas atrás.
El operativo estuvo a cargo de la DEA, el FBI, el ICE y otras agencias federales, estatales y locales de todo el país. Durante tres días, salieron a la "caza" del narco en 150 ciudades, entre ellas Atlanta (Georgia), St. Louis (Missouri), Denver (Colorado), Detroit (Michigan), San Antonio (Texas), San Diego (California), Chicago (Illinois) y Nueva Jersey.
La misión se saldó con 676 detenidos. Además, se decomisaron 12 millones de dólares, 476 kilos de cocaína, 9,5 kilos de heorina, 29 kilos de metanfetamina, 18 toneladas de marihuana, 282 armas y 94 vehículos.
El operativo se concretó luego de que el Ejército mexicano presentara ante la prensa a Julián Zapata Espinoza (foto), alias "El Piolín", principal sospechoso por el asesinato del agente. En sus primeras declaraciones luego de su arresto, Zapata confesó que lideraba una célula de Los Zetas. Aseguró que él y sus cómplices atacaron al vehículo del estadounidense porque lo confundieron con el de un grupo rival.