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El «comadreo» la estrategia de «Las Mariposas» para detectar el maltrato femenino y la violencia sexual en Buenaventura

La organización colombiana ganadora del premio Nansen del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur) usa el «comadreo» como una forma de detectar el maltrato femenino y la violencia sexual en Buenaventura (Pacífico) y ayudar a sus víctimas a que rompan el silencio.
 
Así lo contaron a Efe responsables de la «Red mariposas de alas nuevas construyendo futuro, que recibió el pasado 29 de septiembre el galardón en Ginebra, de manos del organismo internacional, por su labor con las mujeres desplazadas por la violencia en una de las zonas más conflictivas de ese país.
 
Maritza Asprilla, una de las responsables de la organización, explicó en Madrid que el «comadreo» es una costumbre ancestral de los pueblos negros de esta región colombiana, en el que prima «el respeto y la confianza para guardar secretos».
 
El sistema de las «mariposas» como se les empezó a llamar a las integrantes de esta red, es simple: una de las 120 mujeres que la conforman se entera de un maltrato en algún rincón, en el campo o la ciudad, y empieza el trabajo de «acompañar» a la presunta víctima.
 
La labor es difícil porque el primer paso es «hacerles ver que no se sientan culpables, que no crean en la estigmatización», aseguró Maritza, quien recuerda este sentimiento en ella misma cuando llegó hace dos años a la red buscando apoyo.
 
La mayoría de los casos que encuentran son de violencia sexual por algún actor del conflicto armado y maltrato doméstico, y las principales víctimas de ambos son desplazadas por el conflicto interno colombiano.
 
Todas las integrantes de la red son voluntarias y los recursos con los que cuentan son del mismo origen, por eso aparte de la «satisfacción» del galardón, también podrán tener una casa albergue en Buenaventura que construirán con los 100.000 dólares del premio.
 
Este espacio estará destinado como habitación temporal para las mujeres a las que ayuda la red, las cuales hasta ahora tenían que alojarse en casa de alguna «mariposa» colaboradora, así como lugar de formación, con talleres en temas como auto-protección, economía del hogar y derechos de las mujeres.
 
«No queremos que solo entren y salgan, sino que puedan formarse en algún arte para cuando salgan a la calle tengan herramientas y no caigan de nuevo en las manos del abusador», aseguró a Efe Mery Medina, otra de las integrantes de la red.
 
Datos oficiales del Gobierno citados por ACNUR dicen que Colombia es el segundo país en número de desplazados internos del mundo después de Siria, con 5,7 millones, el 80% son mujeres y el 50% de ellas ha sufrido violencia sexual por motivos de género.
 
Buenaventura se ha convertido en una de las zonas más violentas de Colombia, debido a su ubicación estratégica como principal puerto del Pacífico, y tiene altos índices de violencia contra las mujeres, pues según ACNUR en el primer semestre de 2014 fueron asesinadas 11.
 
Las «mariposas» también denuncian esta situación y reclaman más inversión social en la zona, así como más apoyo a las víctimas de violencia sexual e inclusión del tema de manera más visible en los acuerdos de paz que el Gobierno colombiano negocia con la guerrilla de las FARC en La Habana.
 
«En Buenaventura no hay fuentes de empleo, la educación es mala, los servicios médicos pésimos, falta el alcantarillado, falta el alumbrado, agua potable», manifiesta Mery.
 
Después de socializar su experiencia por varios países de Europa como Suiza, España y Bélgica, continuarán con la labor en Colombia pese a los riesgos que implica, pues una de sus integrantes fue amenazada.
 
Pero Mery dice que seguirá protestando y luchando por los derechos de la mujer porque «no hemos venido a este mundo a ser maltratadas sino a ser consentidas y amadas». 
 
Caracol Radio

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