Redacción
Mourinho fue portero en un encuentro entre el cuerpo técnico del "merengue" y los periodistas que cubren habitualmente los entrenamientos del equipo
José Mourinho abandonó, por un rato, el banquillo para saltar al campo de juego. Pero su participación dejó en evidencia que su gran virtud está en el banco de suplentes, ya que no paró de dar órdenes a sus compañeros de equipo, como si fuera un partido oficial.
Además de sus asistentes técnicos, el entrenador incluyó a otros empleados del club para completar los once iniciales y dispuso una de sus tácticas favoritas: 4-3-3.
Finalmente, el resultado no fue el esperado ya que el improvisado equipo perdió 3-2frente a sus rivales, los reporteros.
En su actuación personal, lejos de emular a Iker Casillas, el portugués se mostró dubitativo en alguna que otra salida, aunque también salvó a su equipo con una buena mano, que demostró su estado físico.
Luego de un error que le costó el segundo gol en contra a su equipo, decidió convertirse en delantero.
En ataque poco pudo hacer para imitar a sus goleadores Cristiano Ronaldo o Karim Benzema y convertir la igualdad. La prensa madrileña convirtió el tercer tanto y, al final, todos terminaron posando entre abrazos en la foto final del partido.
Estos mismos periodistas castigarán o alabarán el trabajo de Mourinho al final de la temporada.