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El nuevo líder de Al Qaeda tras la muerte de Osama bin Laden, Saif al Adel, promete “aplastar” Londres en venganza por la muerte de Bin Laden, según ha informado el diario británico Daily Mail. “Nuestro nuevo líder ha pedido un gran plan para Londres”, señaló el portavoz de los talibanes, Ahsanulá Ahsan. “Cree que Reino Unido es la espina dorsal de Europa, y que por ello ha de ser aplastado”, agregó.
En respuesta al incremento de la amenaza sobre Londres, la Policía de Transportes Británico (BTP) se está planteando la opción de permitir que los agentes lleven armas en los trenes de la capital, en las estaciones y en el metro. El secretario de Transportes, Philip Hammond, podría anunciar este plan la semana que viene.
Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, aseguró que ordenaría de nuevo una operación como la que acabó con Bin Laden. Al ser interrogado durante una entrevista a la BBC por lo que haría si se descubriera que otro líder de una organización terrorista se oculta en Pakistán, el dirigente norteamericano dijo que “no podemos permitir que alguien esté planificando activamente el asesinato de personas de nuestro país o de un país aliado, no podemos permitir que este tipo de planes activos se consumen sin que hagamos nada”.
“Respetamos mucho la soberanía de Pakistán, pero nuestro trabajo es garantizar la seguridad de EE UU”, señaló. Obama reconoció que el ataque entrañaba un “riesgo”, ya que podría haber desembocado en un enfrentamiento directo entre militares estadounidenses y paquistaníes, pero que éste estaba “calculado”, ya que consideraron que podrían “entrar y salir rápidamente”. En cualquier caso, admitió: “No cabe duda de que fueron los 40 minutos más largos de mi presidencia”.