in

El temor de ir al médico

Desde pequeños todos tenemos algún temor, los temores parecen ser tan normales que pocas veces nos preocupamos por ellos, acostumbrándonos a convivir sin ningún inconveniente. Lo cierto es que cuando hablamos de los más pequeños del hogar los temores son otros, y de a poco podemos irlos acostumbrando a que los desdramaticen, y que los temores pasen a estar un un segundo plano.

Uno de los ejemplos más claros que tenemos sobre los temores, es el de ir al médico. Muchos niños son totalmente reháceos a acudir almédico así se sientan con  mucho dolor. La imagen que ellos tienen del doctor es el de una persona que los examinará y los revisará, con extraños aparatos y con estudios que parecen ser muy poco simpáticos, pero lo cierto es que esta imagen debe modificarse.

El temor por asistir al médico puede sonar natural, dado que en definitiva a nadie le gusta acudir a él, dado que si estamos yendo a él, significa que estamos con algún dolor o molestia, y quizás el  miedo real sea a qué es lo que el médico nos indicará, y no tanto al médico mismo, pero es en él en quien depositamos todo nuestro temor, más allá de que sabemos, que su intención es ayudarnos.

Es importante que con los más pequeños tengamos una actitud de alegría, colaborndo a modificar esa imagen y a que de a poco sepan y comrpendan que el médico los ayudará, los sanará, y es un nuevo amigo que cada vez que lo precisemos, siempre estará allí.

Deja una respuesta

Colchonetas de Bloom para la habitación infantil

El botiquín en casa