Redacción
Lejos de todos los malos augurios, el escenario del Jaime Duque se encendió a las 9:30 p.m., en pleno orden, cuando el legendario ex vocalista de la banda Skid Row, Sebastian Bach, viejo amigo de borracheras de Axl Rose, subió a la tarima intentando recordar sus buenas épocas de rockero cuando cantaba con la banda norteamericana.
Interpretó varios de los temas de su disco solista, ‘Angel Down’, pero sin lugar a dudas los momentos más agradables de su presentación fue cuando este lanzó algunos cariñitos en un español chapoteado, invitando a vivir una buena noche de Rock & Roll, y ondeando una bandera nacional en forma de ruana. Eso anticipó un show lleno de buena energía que incluyó en el repertorio temas clásicos como ’18 and Life’ y ‘I Remember You’, los cuales hicieron vibrar al público bogotano.
Luego de cantar por más de una hora como artista invitado, Bach y sus músicos abandonaron la tarima. Los asistentes tuvieron que esperar ansiosamente otros tantos minutos para ver que la ausencia de luces marcaba la salida de Guns n’ Roses al escenario. Faltaban algunos minutos para la media noche cuando desde la penumbra se comenzó a divisar la figura de Axl Rose vestido de jean azul claro, camiseta negra, chaqueta, bufanda gris y en su mano empuñando firmemente un micrófono rojo.
La imagen y la voz chillona que siempre ha caracterizado al rockero deslumbraron a los fanáticos al ritmo de ‘Chinese Democracy’, canción que da nombre al más reciente álbum de la banda californiana y el cual promocionan desde hace varios meses en todo el mundo.
Con este trabajo Guns n’ Roses volvió a la escena musical luego de varios años de ausencia, aunque esta vez Rose no trabajó con sus compañeros originales; sino con Tommy Stinson, Chris Pitman, Frank Ferrer, Richard Fortus, Ron ‘Bumblefoot’ Thal, Dizzy Reed y DJ Ashba.
Por esta razón, la expectativa por este concierto era enorme, pues hay fans quienes no olvidan a los antiguos músicos de los Gunners, como cariñosamente se les llamaba en los 90. Sin embargo, unos cuantos decidieron acudir a la cita a las afueras de Bogotá y después de disfrutar un show que duró un par de horas sostienen que Axl está rodeado de buenos músicos. Claro está, la ausencia del guitarrista Slash es bastante notable.
Sobre el pequeño escenario decorado con grandes pantallas de led, luces de todos los colores y rejas que daban cierto toque industrial, la agrupación mezcló canciones de los discos ‘Chinese Democracy’, ‘Appetite for Destruction’ (que les concedió la fama finalizando los 80) y ‘Use Your Illusion I’ así como ‘Use Your Illusion II’, trabajos discográficos lanzados en simultánea en 1991 y por los cuales Guns n’ Roses se presentó en noviembre de 1992 por primera vez en Bogotá en el parque Simón Bolívar.
El público entonces tuvo la oportunidad de recordar la década con la que finalizó el siglo pasado al escuchar ‘Welcome to the Jungle’, ‘It’s to Easy’, ‘Live and let Die’, ‘You Could be Mine’, ‘Sweet Child of Mine’ y ‘Knockin’ on Heaven’s Door’, entre otras.
Como lo han hecho a lo largo de la gira mundial, Richard Fortus y Dj Ashba protagonizaron solos de guitarras mientras que Dizzy Reed hizo lo propio en el piano, instrumento que luego cayó en las manos de Rose, quien interpretó el cover de Pink Floyd, ‘Another Brick in the Wall’ seguido de ‘November Rain’, tema que estuvo acompañado de una leve lluvia.
El concierto de Guns n’ Roses finalizó cerca de las 2 de la mañana con ‘Patience’ y ‘Paradise City’. Durante toda la noche, los fanáticos vieron a un grupo que aunque no es el original suena bien, y a un cantante líder (que es lo único genuino que permanece en la banda) al que se le nota el paso de los años; pues nunca dejó ver su pecho y piernas y no corrió por el escenario como en los conciertos que ofreció hace 20 años. Con El Espectador