El ayuno matinal. Es muy importante desayunar todos los días. Así evitaremos síntomas como irritabilidad, cansancio, falta de concentración…
A tomar más de 2 ó 3 cafés, tés o refrescos de cola al día.
Masticar rápidamente y comer de pie o frente al ordenador (es fundamental dedicar al almuerzo el tiempo necesario, un mínimo de 30 minutos).
Tomar menos verduras y frutas de las recomendables. Así, si por razones de trabajo nos vemos obligados a comer fuera de casa (en estos casos suele tratarse de comidas rápidas y más ricas en grasas de lo aconsejado), habrá que cuidar las cenas y complementar los valores vitamínicos y minerales de la dieta diaria con ensaladas, lácteos, zumos…
Beber menos de, como mínimo, litro y medio de agua al día (aunque la cantidad dependa de ciertos factores).
Abusar del consumo de alcohol.
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