El Ejército iraní confirmó que su país probará "muy pronto" misiles S300 fabricados en su territorio, desafiando así a Rusia que se negó a suministrarle esos cohetes suelo-aire y a la comunidad internacional que pide el desarme
"Probaremos muy pronto misiles de largo alcance de defensa aérea, incluidos S-300", afirmó a la agencia estatal IRNA, el oficial del Ejército iraní Mohamad Hasan Mansurian ayer.
El 22 de septiembre, el presidente ruso, Dimitri Medvédev, había prohibido el suministro de misiles S-300 a Irán -un contrato criticado por los occidentales y por Israel-, en aplicación de una resolución de la ONU que sanciona a Teherán por su controvertido programa nuclear.
Además de los S-300, el suministro a Irán de tanques, aviones y helicópteros de combate, así como de buques de guerra, fue también prohibida por decreto del Kremlin.
Mansurian estimó el miércoles que Rusia había cedido a la presión "del régimen estadounidense y sionista".
"Con el fin de responder a una parte de nuestras necesidades en materia de seguridad, queríamos comprar S-300 de Rusia. Pero ese país utilizó la resolución 1929 como excusa para negarse a suministrarnos este arma defensiva", dijo.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas adoptó el 9 de junio de 2010 la resolución 1929 que refuerza las sanciones contra Irán, que la comunidad internacional sospecha, pese a los desmentidos, querer dotarse con el arma nuclear.
El Presidente iraní, Mahmoud Ahmadinejad, estimó a principios de noviembre que Rusia había "vendido" Irán a los Estados Unidos, anulando el contrato.
Rusia, que construyó la primera central nuclear de Irán lanzada a finales de agosto en Buchehr, había votado a favor de sanciones contra Irán pese a sus relaciones con Teherán en el ámbito económico y energético.
Rusia va a reembolsar a Irán el anticipo pagado (166,8 millones de dólares) por la adquisición de misiles S-300, aseguró Moscú a principios de octubre.