Redacción
Diferentes reacciones originó el video presentado por un medio nacional en el que se registra la muerte de un mantero que sufre las cornadas de un novillo en plena corraleja. Al hablar con los hombres que se dedican a este oficio, se encuentra que ser «mantero» significa recorrer de pueblo en pueblo las ferias de muchos municipios de Sucre, Córdoba y Bolívar.
Con una muleta burda como protección, exponen sus vidas para entretener y proteger a los asistentes a las corralejas.
Se necesita más que coraje en la arena para enfrentar un destino que suele ser traicionero y muestra de ello es el gran número de muertes humanas causadas por el duelo del hombre contra el toro en las corralejas del país. Por eso los protagonistas del evento, los manteros, están convencidos que este trabajo es mucho más que diversión.
Para ellos enfrentarse a la muerte es un desafío constante que exige agilidad, cálculo y agallas. Así mismo por los pensamientos de los juglares, nunca pasa la idea de morir envestidos, solo desean agradar, generar emoción y ganarse 200.000 pesos durante cada fiesta.