Redacción
Este año en el concurso de Señorita Colombia, el Valle del Cauca tiene doble representación, aumentando las posibilidades de que la corona regrese al departamento.
La Señorita Valle es Dayana Julieth Guerrero Mora, estudiante de comunicación social y periodismo de la Universidad Autónoma de Occidente. A sus 22 años se caracteriza por ser una mujer disciplinada, tranquila y con la sonrisa siempre lista. Su promesa política como reina sería trabajar por el acceso a la educación en toda la población colombiana.
La segunda representación vallecaucana es Buenaventura, que ingresó por primera vez al grupo de las 23 aspirantes como Distrito Especial, con Carmen Ibeth Alomia Prado, publicista con énfasis en mercadeo.
“Cuando no quedé de Señorita Valle creí que este sueño había terminado, pero cuando algo está en tu destino las cosas suceden y aquí estoy, representando a mi Puerto del alma, con muchas ganas de cambiar la imagen de mi municipio, porque tenemos un millón de cosas más para ser reconocidos”, comenta.
Ambas representan a la mujer vallecaucana: tienen un conjunto armonioso y un bello rostro, y están muy parejas con el resto de las participantes, porque a estas alturas, este año, ninguna candidata se ha destacado ni se ha robado el cariño del pueblo, como lo hicieron en su momento Taliana Vargas, Paulina Vega Dieppa o la actual señorita Colombia, Ariadna Gutiérrez, quienes llegaron a la velada de coronación casi que con el título ganado.
Tanto Julieth como Carmen tienen mucho trabajo por delante, si le sacan mejor provecho a sus fortalezas y minimizan sus puntos negativos.
La Señorita Valle, según el asesor de imagen y estilista Óscar Benavides, “cuenta con el mejor cuerpo del grupo de las candidatas. Además su pasarela es impecable y su rostro es armonioso”. Sin embargo los cartageneros y varios medios de comunicación la sienten lejana, “da justo lo que se necesita para cumplir”, según algunos periodistas.
Para Diego León Giraldo, director de las revistas Aló y Elenco, Valle es “la típica mujer caleña, tiene buen cuerpo y una cara linda, pero no se destaca en el grupo, no impacta. Generalmente estamos acostumbrados a que las representantes de Valle, Atlántico, Antioquia y Bogotá lleguen arrasando, pero este año no es el caso”.
Wilson Ortiz, periodista de Todelar Radio, señala que varios colegas han comentado la actitud de Valle porque no se ha ganado a la gente. “¿Por qué su actitud, si dentro del conjunto tiene mucho que ofrecer? No sabemos si en la entrevista con el jurado dio una impresión diferente o si está esperando a último día para sacar su fuerza, ha hecho el trabajo, pero su compromiso no se ha notado”.
Por otro lado, para Ortiz, Buenaventura es una apuesta casi segura dentro de las finalistas y puede dar una sorpresa, “porque es una mujer que a pesar de que varias de sus compañeras del grupo de las afro le han hecho ‘bullying’, no sería de extrañar que ‘el tigre saque las garras’”.
Comenta Ortiz que cuando la señorita Buenaventura sale a la pasarela, las otras candidatas se ríen o se secretean, creando un mal ambiente.
Giraldo también ve fija a Buenaventura dentro de las finalistas. “Hubo una época en la que se elegían solo a reinas muy flacas, pero ahora se buscan mujeres con un poco de curvas, y Buenaventura las tiene.
Además su actitud es muy buena, aunque podría mejorar. Es desparpajada, simpática y se entrega. No la veo como Señorita Colombia, pero si puede tener un buen desempeño”.
Oscar Benavides, por su parte, asegura que a Carmen le suma puntos su rostro aunque a su cuerpo le falta mucho trabajo. “En eso la Señorita Valle le gana. Tiene que mantener y mejorar su actitud, aunque la decisión la tiene el jurado”.
Ambas tienen posibilidades de ocupar un buen lugar en la ceremonia de elección y coronación, pues las acompaña la buena fortuna: Julieth no era la favorita para ser la Señorita Valle y se llevó el título. Carmen creyó que su sueño se había terminado con el concurso departamental y hoy está en Cartagena peleando por la corona.
Fuente: El Pais