Cuando una llega a la base tres siente mucha nostalgia por la juventud que está pasando así como incertidumbre por lo que viene, pero este paso de los años no sería de gran problema si no nos hubiesen vendido el paquete de que a los 30 ya debemos estar casadas, con dos hijos por lo menos y un trabajo estable donde reconozcan su trabajo y le paguen muy bien. Pues hoy en día es muy difícil tener todo lo que soñamos, no sólo por la situación económica sino porque en búsqueda de todo lo que necesitamos descuidamos otros lados de nuestra vida.
Si bien es cierto, antes nuestras abuelas se casaban apenas salían de la escuela, era porque no tenían que más hacer, en cambio hoy en día, se imagina si todo lo conseguimos a los 30, qué haremos los siguientes 40 años, jugar bingo, o ver televisión quizás, pues no, ahora tenemos tiempo para desarrollarnos en nuestras carreras y estudiar todo lo que deseemos pues si bien encontrar a nuestra media naranja es lo mejor que nos puede ocurrir, nos aleja de algunas metas pues vivimos más pendientes de la otra persona.
Además tengamos en cuenta que si vamos corriendo en contra del reloj, iremos por todos lados buscando un marido, así tengamos que escoger al primer tonto que nos propone matrimonio o seguir en un trabajo donde no nos sentimos a gusto y donde nuestro jefe nos maltrata como le da la gana. Tenga en cuenta que ahora usted es independiente, sus padres no están detrás viendo a qué hora llega o con quién sale, su libertad es sólo de usted, además la experiencia de vida es un tesoro que nadie le podrá arrebatar.