Redacción
Los cadáveres, maniatados y amordazados, presentaban huellas de maltrato. Según la policía, son todos hombres. El estado mexicano vive una sanguinaria lucha entre los cárteles de Sinaloa y los Zetas
La Policía mexicana localizó este domingo 4 de diciembre los siete cadáveres en un barrio residencial de Veracruz (al sureste de México). La Procuraduría General de Justicia comenzó la investigación para esclarecer las causas de estos asesinatos, sin embargo, ya adelantaron que se trataría de una venganza narco.
Los policías que participan en la operación Veracruz Seguro hallaron los gracias a una llamada anónima. Los policías forenses trasladaron los cuerpos para realizar las autopsias.
Arrojar cadáveres en las calles se transformó en una práctica narco usual en Veracruz. El 20 de septiembre, hombres armados dejaron 35 cadáveres a plena luz del día en una importante avenida comercial. Varios de los cuerpos tenían marcada la letra Z, en una aparente referencia a la identidad de las víctimas. Autoridades han señalado como posibles responsables a miembros del Cártel de Jalisco Nueva Generación, un grupo supuestamente asociado con el Cártel de Sinaloa.
De acuerdo con las autoridades, la violencia crece en medio de una batalla entre un grupo del narcotráfico alineado con el cártel de Sinaloa y Los Zetas. Sólo en el último mes, el narco dejó 100 muertos en Veracruz. El número de víctimas es atribuido a la disputa entre los cárteles de drogas que se enfrentan por el control de la zona. De hecho,la disputa se transformó en una especie de carrera mortífera en la que ambos bandos compiten en el número de asesinatos: el 20 de septiembre una banda arrojó en una avenida principal 35 cuerpos y una semana después encontraron otros 32 cuerpos en tres casas.