Redacción
¡Los olores son sagrados! . Recordamos durante mucho tiempo un perfume, un olor que se asocia a una persona, un momento, y en ocasiones incluso nos enganchamos a él, ¡por lo que no escojas a la ligera el perfume que llevará tu chico!
Perfume de hombre: modo de empleo
Lo mejor es recorrer los pasillos de la perfumería con tu chico. Si es para un regalo no dudes en pedir consejo a la vendedora. En función de que “Pepe” sea más audaz, romántico o animal, le podrán convenir diferentes perfumes.
Lo ideal sería acompañar a nuestro chico mientras se “prueba” las fragancias. El perfume tiene que gustarle de entrada y, a continuación, echarse directamente en la piel para ver, al cabo de 30 minutos, cómo persiste el efluvio sobre el olor natural de su piel y si se combinan en buena armonía.
Perfume de hombre: las familias
Se utilizan diferentes materias para dar nacimiento a un perfume: vegetales, animales, pero también, y cada vez más, materias sintéticas (que son menos caras).
La asociación de estos componentes da lugar a numerosas familias de perfumes:
Los perfumes de los helechos para los hombres viriles. Éstos son los perfumes muy masculinos compuestos de fragancias aromáticas como el basilisco, la lavanda, el tomillo, el romero o el musgo de roble.
Los perfumes de las maderas, perfecto para personalidades aventureras y que aspiran a horizontes lejanos. Se encuentran fragancias cálidas y de almizcle: sándalo, pachulí, cedro, pino, vetiver…
Los perfumes orientales para el varón misterioso y sensual. Nos embriagamos de especias exóticas, vainillas, ámbar, resina y gengibre para obtener un efecto decididamente animal.
Los perfumes afrutados y de las hespérides son más dulces y frescos. Notas florales y/o más bien compuestas de cítricos: pomelo, limón, naranja o bergamota.
Los perfumes de los cueros toman el olor del cuero curtido. Están compuestos principalmente por aromas de abedul, tabaco y miel.
Perfume de hombre: las declinaciones
Existen multitud de perfumes para hombre, y de todos los precios. Se habla de aguas ligeras, de aguas de colonia, de aguas de toilette y de aguas de perfume. El término utilizado depende de la tasa de concentración en perfume (siendo éste último el más concentrado), y el precio varía proporcionalmente a la concentración… Es decir, el perfume es el más caro.