El retraso de las obras impedirá al país sudamericano utilizar el Morumbí para la apertura de la Copa del Mundo 2014. Pedirá a la FIFA que permita trasladar la fiesta al estadio del Corinthians, de menor capacidad
A falta de cuatro años para que comience a rodar el balón en Brasil, los problemas no tardaron en llegar. El estadio Morumbí, regenteado por el club San Pablo, había sido elegido por la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) para dar el puntapié inicial. Sin embargo, el Comité Organizador Local del Mundial le "bajó el pulgar" por la falta de garantías edilicias y financieras.
Por eso, en la próxima reunión de la FIFA, el presidente de la CBF, Ricardo Texeira, propondrá como nueva sede el renovado estadio del Corinthians, con capacidad para 70.000 mil espectadores. La idea será analizada en un plazo de entre 7 y 10 días.
"Nuestra voluntad y nuestra certeza absoluta es que la apertura de la Copa del Mundo será en San Pablo", dijo Teixeira tras una reunión con el gobernador del estado paulista, Alberto Goldman, y con el alcalde de la ciudad, Gilberto Kassab.
"El comité trabajará con los arquitectos del Corinthians para eventuales alteraciones y después vendrán las garantías financieras", sostuvo el presidente de la Federación brasileña. Y Goldman agregó: "Dos tercios de las garantías financieras ya están viabilizadas"
"El núcleo central ya está resuelto (…) y la apertura será en San Pablo", admitió el gobernador del estado paulista luego de la reunión.
El Mundial del 2014 tendrá doce sedes, entre las que destaca Río de Janeiro, cuyo estadio Maracaná será el escenario de la final, según el deseo de los organizadores. Las otras diez ciudades que recibirán partidos son Brasilia, Porto Alegre, Curitiba, Belo Horizonte, Salvador, Recife, Natal, Fortaleza, Manaus y Cuiabá.