Redacción
Tras seis meses de una reducción en los homicidios de Buenaventura, que llegó al 49 %, una serie de hechos de violencia, que inició en julio pasado, atemoriza a los porteños.
La Comisión de Vida, Justicia, Solidaridad y Paz de la Diócesis de Buenaventura había denunciado el aumento de la violencia, especialmente en las comunas 4, 11 y 12, donde, al parecer, el regreso de miembros de grupos armados que delinquen en la ciudad ha generado una serie de disputas por el control del territorio.
El año pasado, el Gobierno anunció un plan de choque para contrarrestar la ola de violencia que vivía el Puerto, entre 2013 y 2014 se descubrieron 33 cuerpos desmembrados en las llamadas ‘casa de pique’. La ofensiva contra los jefes de las bandas criminales ‘La Empresa’ y los ‘Usuga’ llevó a que muchos de los cabecillas de estas agrupaciones fueran capturados o huyeran de la ciudad.
Sin embargo, la comunidad ha denunciado que algunos de ellos han regresado a sectores como La Playita (comuna 4); Colón (11); y Nuevo Amanecer y Caldas (12). También aseguraron que a otros de los integrantes de estas agrupaciones les dieron detención domiciliaria.
Frente a los nuevos hechos de violencia, el comandante de la Brigada de Infantería de Marina No. 2, coronel Carlos Mario Díaz, dijo que “estamos con el pie de fuerza en todos estos sitios, para evitar alteraciones del orden público, el Clan ‘Úsuga’ está operando en el barrio Colón”.
En este barrio estaría concentrado el mayor porcentaje de lo que aún queda del Clan ‘Úsuga’, que en Buenaventura se está haciendo llamar Autodefensas Gaitanistas de Colombia y de acuerdo con las autoridades manejan las rutas del narcotráfico en el Pacífico.
Después de la fuerte disputa que se presentó en el 2014 entre ‘La Empresa’ y ‘Los Úsuga’ esta última agrupación se había quedado con el control de varios de los barrios. Sin embargo, hace aproximadamente un mes habría regresado a la ciudad un hombre apodado ‘El Culón’, de la banda rival, quien pretende recuperar el control de sectores, especialmente en la Comuna 12.
Entre enero y junio, en la ciudad se presentaron 49 homicidios, lo que representa una reducción del 49 %, comparado con el mismo semestre del 2014 cuando fueron 97. Sin embargo, en julio la cifra de asesinatos volvió a crecer e igualó a la del 2014 anterior; en ambos años se presentaron 13 muertes violentas. Y en los diez primeros días de agosto van cuatro casos.
De acuerdo con la Policía, la mayoría de los últimos homicidios han ocurrido por intolerancia y otros hechos aislados. “No hay reductos de las bandas, hay delincuencia común y como en todas las ciudades del país se presentan casos de intolerancia”, aseguró el comandante encargado de la Policía del Puerto, mayor Diego Montaña.
Recordó que los casos del fin de semana pasado se registraron en medio de una fiesta en el barrio la Independencia, cuando en una discusión un hombre disparó contra Manuel Gustavo Rivas y Pedro César Cundumí.
Sin embargo, el padre John Reina, de la Comisión de Vida, Justicia, Solidaridad y Paz de la Diócesis de Buenaventura, se preguntó si se puede llamar intolerancia a los asesinatos ocurridos en la Comuna 12, donde también se denunció el desplazamiento de 25 familias por temor a las amenazas de un grupo ilegal que hace presencia en los barrios Nuevo Amanecer, Progreso y Caldas.
Agregó que en La Playita asesinaron a un joven que hacía parte del proceso del Espacio Humanitario y había salido del puerto por amenazas. El joven, de 17 años, fue baleado junto con otro amigo, cuando se encontraba en este sector el 18 de julio pasado.
La Diócesis, en un comunicado, realizó una lista de los hechos de violencia, entre los que destacó la muerte de los dos jóvenes en La Playita; una balacera en el barrio Santa Cruz, en la que un hombre murió y otros dos quedaron heridos; una granada arrojada contra el puesto de la policía de La Inmaculada, y otro homicidio en La Unión de Viviendas.
“La muerte toca nuestras puertas, se siente la zozobra y la incertidumbre de quienes habitan estos territorios y que en ocasiones pasadas han sufrido en carne propia los embates de este conflicto armado (…) Vale preguntarse ¿cuál ha sido la efectividad y el impacto del Plan de choque del Gobierno Nacional para cambiar las realidades de violencia en los barrios y comunas y que se ufana en decirle a Colombia y el mundo “que está cumpliendo”?, agregó el comunicado de la Iglesia.
fuente: El País