El ‘coctel’ de minería ilegal y narcotráfico tiene encendidas las fronteras de Buenaventura y el litoral de Chocó. Mientras que la explotación ilegal de oro acosa al centro del Valle del Cauca.
Esos cuadros despertaron alertas de la Policía, el Ejército y la Armada Nacional, que impulsan estrategias ante esos fenómenos.
El defensor del Pueblo, Carlos Alfonso Negret Mosquera, advirtió sobre la grave situación humanitaria en el departamento Chocó y el distrito de Buenaventura, al tiempo que reiteró la crítica a la espera del compromisos del Gobierno.
El funcionario señaló que “a pesar de los esfuerzos de las autoridades en seguridad en las zonas rurales, se observa la expansión y disputa de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia y el Eln por el control territorial y poblacional, el manejo de las economías ilícitas del narcotráfico, la minería ilegal y la extorsión”.
Varias fuentes señalan el poder y manejo en la zona parte del clan del Golfo, antes Urabeños y Usuga, en el narcotráfico y minería ilegal.
El Defensor alertó sobre “un impacto humanitario que se evidencia en las afectaciones a los derechos a la vida, libertad e integridad, a causa de amenazas, homicidios, y secuestros, desplazamientos y confinamiento de comunidades; al igual que las graves afectaciones socio-ambientales causadas por la minería ilegal y los cultivos ilícitos”, dice.
La semana pasada, en el corregimiento de San Cipriano, sector del río Dagua, fueron incautadas siete mini dragas, 13 motobombas y capturados cuatro hombres. Con equipo se podía extraer hasta 500 gramos de oro y más de 400 millones de pesos a la semana.
El uso de mercurio pone en riesgo a los mineros y, en general, a la población.
Fuente: El Tiempo