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Ante el cambio de paradigma y los impactos de la pandemia, es fundamental promover, fortalecer y preservar en las personas el emprendimiento, la investigación y las estrategias que le permitan poner en marcha proyectos innovadores que contribuyan a generar empleos e ingresos, así como a tener un panorama empresarial cercano a la realidad. En cualquier país es clave para el desarrollo de hoy y de las nuevas generaciones. El problema es cómo lograrlo especialmente ahora que tenemos barreras físicas y tecnológicas.
Por otro lado, ¡llegó el verano! Y lo que parecían vacaciones, sol, playa y tiempo para desconectarse, se está convirtiendo en un mar de peleas y discusiones encerrados en casa. Los jóvenes matando el tiempo en videojuegos, Netflix y TikTok. Mientras que los padres comienzan a consternarse por hacer que sus hijos ocupen su tiempo en hacer algo más productivo. Indiscutiblemente pedir que colaboren en las tareas domésticas lleva a la tensión familiar y es que no es fácil para ninguno, todos quisiéramos salir con las libertades de antes.
Aquí la cuestión es que primero como padres de familia tienen que comprender los cambios físicos y emocionales que están pasando sus hijos dependiendo su edad para hacer un plan que se pueda realizar en casa alineado a sus gustos y pasiones, nadie mejor que tú para saber qué puede funcionar. Recuerda que la mejor estrategia para generar un cambio es aquella que no se percibe y es paulatina, de lo contrario querer imponer algo podría generar más tensión y frustración, especialmente si el joven no se identifica. Lo más importante es ser pacientes y llegar a un acuerdo para sobrevivir juntos al verano del COVID-19.
En un artículo anterior para Entrepreneur, les comentaba cuatro beneficios básicos que se obtienen de fomentar en los hijos un espíritu emprendedor que tienen que ver con el desarrollo de competencias (de gestión, sociales, personales y empresariales). En este, te quiero compartir como profesional académico de emprendimiento, que no hay una fórmula mágica para educar al siguiente Albert Einstein o Steve Jobs. Sin embargo, a través del tiempo con mucha investigación se han descubierto cuáles son los rasgos de la personalidad, las competencias y habilidades que tienen en común grandes líderes empresariales a nivel mundial. Así es que han surgido metodologías de aprendizaje utilizadas en muchas instituciones educativas.
Y el hecho que no exista una fórmula o método 100% comprobado no quiere decir que no sirva ninguno, sino que también depende de la persona, unos aprenden más leyendo, otros practicando, otros escuchando, etc. Para el emprendimiento es muy común el practicar haciendo y de acuerdo con la pirámide de aprendizaje de Edgar Dale, si es una actividad real con experiencia o simulación, la retención es de hasta el 90% del aprendizaje. Yo por ejemplo enseño la mayoría de mis cursos de licenciatura y posgrado con un aprendizaje basado en proyectos y obtengo buenas retroalimentaciones porque ven la utilidad al momento.
Dicho de otra manera, el emprendimiento es una carrera al final de cuentas que requiere mucha práctica, así como medicina, piloto aviador, diseño, etc. Y seguro estás pensando qué tiene que ver todo esto con el aprendizaje en casa y las actividades para el verano. La respuesta es que, aunque no te lo digan, las estadísticas indican que los jóvenes aspiran a emprender algún día. ¿Sabías que hay universidades nacionales e internacionales que becan 100% al talento emprendedor? Hay que prepararse. A continuación, te voy a brindar algunos tipos de actividades, pero tú tendrás que elegir y adaptar de manera creativa lo que funciona de acuerdo a la dinámica familiar y personalidad de tu(s) hijo(s). ¡Diviértanse!
1. Proyectos familiares
Define un proyecto con el que tu hijo desarrolle capacidades y conocimientos a través del análisis, planeación, diseño e implementación del mismo. Suena complejo, pero es más sencillo de lo que crees. Piensa qué actividad pasa haciendo la mayor parte del día esta pandemia ¿Grabando videos para subir a internet? ¿Jugando videojuegos? ¿Durmiendo?
Ahora el reto es vincular un proyecto con sus motivaciones. Por ejemplo, ¿Le podrías prometer un nuevo videojuego? Entonces, eso o algo equivalente como dinero es la recompensa y para el proyecto no tiene que ser crear un negocio necesariamente, puede ser algo tan sencillo como armar un rompecabezas en cierto tiempo o mejor aún, diseñar un rompecabezas y el rompecabezas que tome más tiempo armarse gana la recompensa. Así incentivas la creatividad, puedes utilizar materiales en casa y fomentas la convivencia familiar.
Una idea que me encanta más es la de germinar y cuidar una planta o incluso cuidar un huevo. Con la planta todos pueden empezar con la responsabilidad de cuidar una semilla y administrarle los recursos diarios que necesita para crecer, así como lo que necesita un negocio. Con el huevo cada quien puede personalizarlo y desarrollar un plan integral para el cuidado de su nuevo bebé. Al final pueden reunirse a evaluar el huevo y/o planta asegurándose que no esté dañado y quien logró mejores resultados.
Con la planta todos pueden empezar con la responsabilidad de cuidar una semilla y administrarle los recursos diarios que necesita para crecer, así como lo que necesita un negocio / Imagen: Markus Spiske vía Unsplash
2. Problemas domésticos
Basándote en el principio de usar problemas como punto de partida para la adquisición e integración del nuevo conocimiento de manera auto dirigida, el joven podrá identificar principios que sustentan el conocimiento y cumplir con el objetivo. En este caso el objetivo tiene que ser definido en conjunto, ¿qué problema hay en la casa que sería agradable resolver? Por ejemplo, se consume mucha energía eléctrica, la señal de internet es débil en unas partes, se desperdicia mucha agua, hay que hacer fila para el baño, etc.
En este tipo de actividades la clave es trabajar todos en un mismo problema y en equipo. Entonces, con un problema identificados pueden hacer lluvia de ideas con posibles soluciones para organizarse y proponer lo que esperan lograr. Lo mejor es tener un plan de trabajo y al final si por algo no se logra puedan identificar quién no cumplió con lo que era su responsabilidad.
Para saber más:
Yo creo que para que algo así funcione con un adolescente es que ellos escojan el problema que más les molesta, ¿El internet es muy lento para sus videojuegos? Ya lo tienes para empezar y podrán llegar como ejemplo a la solución de asignar horarios de conexión a internet por integrante. Con niños pequeños es más sencillo pues pueden hacer un juego que resuelva el problemas.
3. Servicio a la comunidad
A través de una participación activa pueden buscar cubrir necesidades reales de la comunidad, en este caso, el fraccionamiento y/o colonia. Requiere planificar de una forma integrada el alcance y beneficios tanto para la comunidad como para tu hijo. Pueden ser que donde vivas haya un parque que requiera mantenimiento o que sea un fraccionamiento cerrado donde estén batallando con la seguridad sanitaria por el COVID-19. La clave es que se inicie con un proceso de reflexión para tener una motivación.
En muchos lugares los vecinos están organizados para cuidarse y resolver este tipo de inconvenientes que pueden afectar la forma de vida, ahí puede ser fuente de ideas para un servicio a la comunidad. En mi fraccionamiento por ejemplo ante la pandemia, muchos vecinos comenzaron a preparar comida para vender y entregarla a domicilio. Un amigo dice que en el suyo no están dejando entrar a personal doméstico de limpieza y jardinería.
Es importante destacar que por servicio a la comunidad no me refiero necesariamente a vender servicios a tus vecinos, sino a hacer un diagnóstico y una planificación que lleve a la ejecución en el contexto social, económico y/o político de un problema que se pretenda abordar. Es decir, que nos involucremos en lo que está pasando a nuestro alrededor para generar una dinámica de vinculación con la comunidad y todos obtengamos un beneficio. ¿A poco no te beneficiarías si logran resolver un problema como el suministro limitado de agua o la recolección de basura por ejemplo?
Un adolescente seguro es un crack para grabar, editar y subir videos, hazlo participe / Imagen: Highlight ID vía Unsplash
Este tipo de actividad quizá es el más complicado, pero no es imposible. Ahora ponte en el lugar de tu hijo, ¿qué podría motivarlo a involucrarse? Yo pienso que ante la situación actual hay muchas oportunidades, por ejemplo: ayudar a un grupo de amas de casa en la colonia, que buscan generar ingresos, a montar un canal de YouTube sobre costura que empiece a monetizar. Un adolescente seguro es un crack para grabar, editar y subir videos, hazlo participe.
Todas estas actividades son para hacerse en casa con la debida sana distancia, pero si no te convencen hay también campamentos de verano en línea. Aquí la recomendación es que revises el contenido de lo que van a enseñarle a tus hijos. No por mantenerlos ocupados los dejes malgastar su tiempo, siempre que sean diseñados por expertos. Hay cursos de programación, emprendimiento, diseño, etc.
Si tienes más ideas o quieres compartir lo que estás haciendo este verano del COVID-19, ¡Etiquétame en tus redes sociales! #Zoomer2020