El juzgado séptimo especializado de Bogotá emitió este martes sentencia condenatoria de 30 años de prisión contra el exsubdirector del DAS, José Miguel Narváez, por su participación en el homicidio del periodista y humorista Jaime Garzón.
El juzgado consideró que Narváez, quien en el momento del crimen trabajaba como profesor de la Escuela Militar, fue «determinador del delito de homicidio agravado» del humorista.
Narváez también tendrá que pagar cerca de 390 millones de pesos a la familia de Garzón por «perjuicios morales objetivados». La suma de dinero debe ser cancelada a Gloria Cecilia Krong Hernández, su compañera permanente; y sus hermanos Marisol Garzón Forero, Alfredo Garzón Forero y Manuel Alfredo Garzón Forero dentro del próximo mes.
Narváez quedó inhabilitado para ejercer cargos públicos en los próximos 10 años.
La noticia se conoce tras conmemorar 19 años de la muerte del humorista y periodista, el pasado 13 de agosto de 1999.
Ese día el humorista fue interceptado en su camioneta por sicarios que le dispararon hasta quitarle la vida. El vehículo termino estrellado contra un poste.
Garzón se destacaba por su humor negro contra políticos y funcionarios de la vida pública. Dio vida a personajes como Heriberto de la Calle, la cocinera Dioselina Tibaná, el abogado Godofredo Cínico Caspa y el celador Néstor Elí.
Por el crimen, considerado de lesa humanidad, solo había sido condenado el exjefe paramilitar Carlos Castaño.
Según la Fiscalía Narváez fue quien provocó a Castaño, para que diera la orden de asesinar al periodista.
El juzgado consideró que para la pena que se le impuso a Narváez, se debía tener en cuenta el «dolo intenso» con el que actuó para determinar a Carlos Castaño Gil «a dar muerte a Garzón Forero».
Testigos en el proceso señalaron la cercanía entre el exjefe paramilitar Carlos Castaño con Narváez. «Constantemente asedió al jefe de las autodefensas para que perpetrara el crimen, para lo cual aportó información que supuestamente vinculaba al periodista con la guerrilla e incluso le mostró una foto en el cual éste vestía una chaqueta camuflada en una zona de Sumapaz», dice la sentencia.
Constantemente asedió al jefe de las autodefensas para que perpetrara el crimen, para lo cual aportó información que supuestamente vinculaba al periodista con la guerrilla
El juez también tuvo en cuenta el daño que se le causó a la sociedad con la muerte de Garzón, pues tenía una labor de periodista, humorista, esfera desde la que hizo fuertes cuestionamientos al poder de esa época. Además adelantó una misión humanitaria en favor de los secuestrados del conflicto armado. «El daño ocasionado con la muerte del precitado alcanza un plus al trascender al entramado social», dice la decisión.
El juzgado recordó que Garzón fuue víctima de seguimientos con antelación a su muerte, y en esas actividades de inteligencia se conocía su vida diaria, recorridos, horarios, y el vehículo en el que se transportada, lo que le dio a sus asesinos una posición ventajosa par asesinarlo.
Su muerte se dio a las 5:45 de la mañana en un lugar de poco acceso tanto de vehículos como de peatones, lo que les permitió a los sicarios escapar en una motocicleta. «La indefensión en el presente caso se evidencia porque al momento de la agresión Garzón Forero, además de encontrarse solo, fue sorprendido, no tuvo la posibilidad de reaccionar y menos contaba con los medios de defensa para repeler el ataque, es decir, se encontraba inerme», dice el fallo.
En el proceso, Narváez dijo que la investigación en su contra y el señalamiento como determinador del homicidio de Garzón, era una retaliación de Carlos Mario Jiménez, alias ‘Macaco’, por su extradición.
Pero el juez no le dio la razón y dijo que en todo el proceso no hay ningún elemento que permita inferir que ‘Macaco’ manipuló a los testigos que vincularon a Narváez con las Autodefensas.
Contra Narváez hubo varias declaraciones en contra, como la del exjefe paramilitar Salvatore Mancuso quien dijo que lo conocía y afirmó haber participado en varias reuniones en donde él estuvo. Aseguró que esas reuniones se dieron en sitios denominados la 15, 21 y 35 donde Castaño recibía a las personalidades qeu lo visitaban.
Incluso, según Mancuso, Narváez dictó charlas a miembros de las Autodefensas acerca de la visión del conflicto armado, cómo la guerrilla penetraba el poder estatal, cómo combatir a esa grupo armado, «y el peligro que representaban aquellas personas que no portaban fusil pero ejercían acciones».
También declaró en este caso Jesús Emiro Pereira Rivera, alias ‘Huevo de Pisca’, quien para la época de los hechos estaba bajo las órdenes de Castaño. Dijo que conoció a Narváez desde 1995 y que en dos oportunidades recibió de su parte cursos que dictó en la hacienda la 33 y en la región de Urabá.
JUSTICIA EL TIEMPO