Como sugiere su título, el álbum de 11 pistas explora la intimidad del piano escrito para cuatro manos; en su caso, no es una formación de dúo típica, sino dos músicos que tocan un instrumento en tomas alternas. Roedelius y Story grabaron sus partes por separado, improvisando una encima de la otra, pero el álbum aún suena como una colaboración hecha en un momento. Una instantánea simplificada de los dos músicos mientras exploran una variedad de texturas cálidas, su música es a la vez espontánea y estructurada, las frases brotan y flotan juntas con facilidad.
La mayoría de las piezas en 4 manos se construyen a partir de patrones de ondulantes bajos de ostinato entretejidos con delicadas melodías. Esta estructura a menudo funciona bien, como en el abridor «Nurzu», cuyo título proviene de una frase alemana que significa, más o menos, «¡Adelante!» y se basa en una serie de arpegios que florecen y retroceden a medida que los acordes relajados pulsan en la parte superior. “Rever” funciona de manera similar, destacando la interacción entre melodías enrolladas que forman una red suelta de sonido pensativo. En estas pistas, el objetivo del dúo se enfoca, pero en otros puntos, la música se vuelve fácil de desconectar, como «Bent Rhyme», que presenta el mismo patrón de fragmentos entrelazados pero nunca se aferra a una melodía memorable.
Los dos artistas hacen uso de todo el piano en algunas ocasiones, lo que le da al álbum el movimiento que tanto necesita. El piano tiene muchas partes con las que tocar: se sabe que algunos compositores colocan objetos metálicos entre las cuerdas del piano, o los tocan, para explorar nuevas formas de producir sonido con el instrumento. En 4 manos, esas técnicas extendidas emergen con un estilo eléctrico, ofreciendo nuevos timbres distintivos que rompen la monotonía del sonido ondulante del dúo. En «Seeweed», los punteos se mezclan con tonos redondeados para hacer que el piano suene tridimensional, mientras que en «Crisscrossing», los sonidos metálicos se mezclan con la interpretación tradicional para formar un entramado intrincado. Es aquí donde surgen los lados más experimentales de los artistas, mostrando momentos sutiles de exploración dentro de una paleta uniforme.
Pero es 4 manos‘ intimidad que es más convincente. Los significados ocultos detrás de cada canción, uno es un tributo a su difunto amigo Harold Budd, otros son bromas internas que solo podemos adivinar, se suman a la sensación general de que 4 manos es una celebración de la amistad. No necesitan mucho más que unas pocas notas esparcidas entre una línea de bajo repetitiva para transmitir la profundidad de su vínculo.
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