¿Sabías que los drones podrían mejorar gracias al estudio del vuelo de algunos animales? Los mosquitos, por ejemplo, podrían ser uno de los seres vivos que más servirían a esta tecnología.
Desde hace un tiempo, los drones se han convertido en una de las ramas de la tecnología en expresar un mayor crecimiento. A nivel de inversión, sus múltiples aplicaciones han provocado que cada vez haya más empresas interesadas en la producción y comercialización de estos aparatos voladores. Esto es así, además, debido a la gran cantidad de alternativas presentes en la industria.
Aun así, es muy importante tener en cuenta que se trata de un producto que debe introducir modificaciones para seguir mejorando en varios aspectos. La autonomía, el manejo en la mayor parte de opciones de bajo coste económico, el peso o la estabilidad ante ciertas rachas de viento son algunas de las limitaciones presentes en esta innovación. Por ello, hay muchos aspectos a tratar.
En este complejo sector, una de las líneas de investigación más avanzadas es aprovechar los animales voladores para obtener soluciones a aplicar sobre los drones. Hace unos meses, de hecho, te mostramos en Urban Tecno cómo el software de los mismos podría estar diseñándose a partir del comportamiento de las abejas. Al fin y al cabo, enjambres de estas unidades voladoras serán una constante.
En particular, hoy te mostramos cómo otro estudio está realizando comprobaciones para mejorar el sistema de detección de obstáculos en la oscuridad. Para ello, se ha tenido como base la maniobra que realiza el mosquito para detectar la presencia de una superficie. De esta forma, la conducción autónoma de los drones podría ser mucho más eficiente y segura.
Ahora bien, ¿en qué punto se encuentra esta innovación? ¿Se puede asegurar la disposición de una tecnología que permita acercarnos el envío y recepción de paquetería a través de estos instrumentos voladores? Este tipo de cuestiones y otras referentes a esta tecnología evolutiva podrían encontrar respuesta a lo largo de los próximos meses gracias a este estudio que mostramos a continuación.
Una tecnología creada para mejorar las cualidades de los drones
Según se puede leer en el portal de innovación New Atlas, el profesor Richard Bomphrey y su equipo de la Royal Veterinary College (RVC), en Londres, está analizando cuáles son los instrumentos que utilizan los mosquitos para evitar el choque con las superficies en plena oscuridad. El objetivo es copiar los movimientos para evitar una colisión.
Para encontrar la respuesta a la acción que emplea el mosquito hay que hacer referencia a la la mecanosensibilidad. Esta parte de la ciencia permite la detección de obstáculos cuando se aplican fuerzas de tracción y/o compresión. El batido de las alas es, justo, lo que permite saber a qué distancia se encuentra una pared determinada. Es por ello que siempre se mueven oscilándose en el aire.
Los drones podrían incorporar soluciones que aprovechan los mosquitos para evitar choques
Tal y como se puede observar en las imágenes anteriores, la unidad robótica utilizada desciende de forma busca hasta apenas unos centímetros de la superficie. Poco antes de impactar, recibe la señal del movimiento, lo que hace cambiar la marcha para evitar el impacto. De nuevo, realiza la misma técnica para generar nuevas ondas de tracción y compresión con el objetivo de obtener más y más información.
Según se puede leer en el portal indicado anteriormente, el denominado órgano de Johnston es lo que permite al mosquito detectar la presencia de obstáculos con el simple flujo del aire. Esta técnica, por tanto, es muy diferente a la que emplearía el murciélago para moverse por las cuevas sin iluminación alguna. Ahora bien, ¿se está cerca de su aplicación a la industria de los drones?
La calibración de esta tecnología será fundamental para los drones
La investigación realizada por el órgano educativo ha revelado que el sistema utilizado por los drones es eficaz a una distancia de hasta 20 veces el tamaño de las alas. Esto es fundamental para poder calibrar la solución que se emplearía en los drones durante sus desplazamientos. Ahora bien, ¿por qué no valdrá la misma métrica usada en los aparatos voladores?
Muchos son los factores que separan a los drones de los mosquitos. El peso, la aerodinámica o el tamaño son algunas de las variables que harán recalcular el sistema para adecuarse a la masa de los repartidores del futuro. Aun así, lo cierto es que se trata de un proyecto que todavía se encuentra en fase de desarrollo, por lo que será necesario realizar más pruebas durante los próximos meses.
Aun así, llama la atención cómo, una vez más, la industria echa mano de la naturaleza para diseñar una estrategia para alcanzar un fin. Esto es aplicable, además, a muchos otros sectores económicos, los cuales se han visto influenciados por el comportamiento de muchos seres vivos. ¿Llegaremos a ver drones coqueteando con el suelo sin chocar? Esta es una posibilidad nada descartable a tenor por lo visto anteriormente.
