La secretaria general adjunta de las Naciones Unidas, Amina Mohammed, dice que los avances en el desarrollo de África están en riesgo como consecuencia de la pandemia de COVID-19, la crisis climática y la guerra en Ucrania.
Hablaba en un diálogo especial de alto nivel sobre el tema: El África que queremos: reconfirmar el desarrollo de África como una prioridad del sistema de las Naciones Unidas.
Haciéndose eco de las declaraciones de otros funcionarios de alto rango de la ONU, hizo sonar la alarma de que la pandemia había revertido dos décadas de progreso y reducido aún más un espacio fiscal ya limitado.
La Secretaria General Adjunta de la ONU, Amina Mohammed, dice; “71 millones de personas en países en desarrollo han caído en la pobreza en tan solo tres meses. Como consecuencia directa del aumento de los precios de los alimentos y la energía a nivel mundial, las personas que viven en regiones como el Sahel en el Cuerno de África son particularmente vulnerables a la inseguridad alimentaria. Como ha advertido el Secretario General, existe un riesgo real de que se declaren hambrunas múltiples en 2022 y 2023 podría ser aún peor. Excelencias, damas y caballeros. En el África que queremos todavía está al alcance de la mano. Para llegar allí, necesitamos un cambio de mentalidad y convertir la triple crisis en una oportunidad”.
El diálogo de alto nivel busca renovar el compromiso con el desarrollo de África, incluido el apoyo a acciones clave para reconstruir mejor a partir de los impactos de COVID-19; compartir las experiencias de los países, incluidas las lecciones aprendidas en la implementación de la Agenda 2030 y la Agenda 2063 de la UA; destacar las estrategias exitosas a nivel subregional y regional, incluso a través de la expansión de las medidas de protección social y la movilización de un mayor apoyo y alianzas para acelerar el desarrollo, incluida la mitigación del cambio climático.
Con llamamientos aquí para un reequilibrio urgente de la economía global como explica el presidente del Consejo Económico y Social, Collen Vixen Kelapile. “Las necesidades de inversión de África para alcanzar los ODS se estimaban en 200 000 millones anuales antes de la crisis, y el déficit de financiación ha aumentado ahora en 145 000 millones adicionales debido a la pandemia, según el FMI. A medida que el continente enfrenta este desafío con el aumento de la deuda, las presiones inflacionarias y el espacio fiscal reducido, una solución duradera solo puede provenir del interior del continente. Pero también requiere solidaridad y apoyo internacional. El financiamiento externo, como la asistencia oficial para el desarrollo, la AOD, que siempre ha estado por debajo de los compromisos, y las medidas provisionales, como las asignaciones especiales de derechos de giro que se implementaron después de la pandemia, abordan solo los problemas a corto plazo y estamos enfocados en tratar los síntomas en lugar de las causas subyacentes del problema”.
África tiene un potencial sin explotar
El foro escuchó que aún existe un potencial sin explotar debido a la débil recaudación de impuestos, la ineficiente administración pública, el tamaño de la economía informal y los flujos financieros ilícitos que están drenando al continente unos 89 mil millones de dólares por año.
Mohammed dice: “El África que queremos no solo es buena para el continente, es buena para el mundo. Construir el África que queremos significa entregar la escala urgente en el apoyo que África necesita. Y significa también poner en el centro a nuestros jóvenes y mujeres. Ahora es el momento en que necesitamos rescatar urgentemente los ODS en África que sientan las bases para la ambición de la agenda 2063 y para el mundo en general”.
Se llevarán a cabo varias mesas redondas a lo largo del evento de un día: examinarán la fabricación farmacéutica, la energía y el desarrollo de capacidades para la recuperación de África, la preparación para la COP27 de África, que será organizada por Egipto a finales de este año, y la financiación innovadora y las alianzas globales para la recuperación de África. cumplimiento de los ODS para 2030 y la Agenda 2063 de la UA.
