Redacción BL
Los tibetanos que regresan del exilio a sus regiones de origen en el Tíbet están siendo convocados para ser interrogados por las autoridades chinas en busca de signos de deslealtad o sentimiento separatista, dicen fuentes tibetanas.
Los retornados que viven en los condados de Golog (chino, Guoluo) y Ngaba (Aba), regiones de población tibetana en la provincia de Qinghai, en el oeste de China, han sido llamados recientemente por la policía sin previo aviso, dijo a RFA un tibetano que vive en el exilio esta semana.
“Se les pregunta sobre su posible participación en actividades políticas”, dijo la fuente de RFA, citando contactos en la región y hablando bajo condición de anonimato por razones de seguridad.
“Se llevan a cabo reuniones frecuentes para decirles cómo vivir ‘una vida decente’ bajo el gobierno chino y mantenerse alejados de temas políticos delicados, y también se les pregunta por teléfono de vez en cuando”, dijo la fuente.
Como parte de una campaña china cada vez más amplia de educación política, los tibetanos que regresan del exilio a sus antiguos hogares han sido llevados de excursión a ciudades chinas para mostrarles lo que las autoridades llaman evidencia de progreso y desarrollo bajo el gobierno del Partido Comunista, agregó la fuente.
Los tibetanos que regresan del exilio a la capital regional del Tíbet, Lhasa, se mantienen bajo un escrutinio particular, dijo otra fuente en el exilio, con sus teléfonos celulares inspeccionados y monitoreados regularmente y sus movimientos restringidos en fechas políticamente sensibles como el cumpleaños del líder espiritual exiliado, el Dalai Lama, el 6 de julio.
Los esfuerzos de China para traer a los tibetanos de regreso al Tíbet se han intensificado en los últimos años, y las autoridades chinas se comunicaron con los tibetanos que viven en India y Nepal sobre sus planes de regreso y les preguntaron qué tipo de trabajo están haciendo actualmente, dicen las fuentes.
“El gobierno chino trató de devolverme dinero cuando India estaba experimentando su peor ola de casos de COVID, pero no acepté su dinero”, dijo un hombre tibetano que ahora vive en India pero anteriormente de Qinghai. “Me llamaron y trataron de convencerme de que regresara, y también interrogaron a mis padres en sus casas en el Tíbet”, agregó.
estado de COVID
Mientras tanto, las autoridades chinas en Sichuan exigen que los tibetanos locales informen sobre el estado de COVID de los familiares que viven fuera del país, amenazándolos con la pérdida de los subsidios de vivienda y otro apoyo del gobierno si no revelan la información, dijeron fuentes a RFA en informes anteriores.
Las familias tibetanas también deben revelar los números de teléfono celular y las cuentas de redes sociales de sus parientes que viven fuera de China, dijo una fuente.
China sigue de cerca las comunicaciones de los tibetanos que viven en las áreas tibetanas de China a sus familiares que viven en el extranjero en un esfuerzo por bloquear las noticias de las protestas y otra información políticamente sensible para que no llegue a las audiencias internacionales, dicen las fuentes.
Anteriormente una nación independiente, el Tíbet fue invadido e incorporado a China por la fuerza hace más de 70 años, y el Dalai Lama y miles de sus seguidores huyeron al exilio en India y países de todo el mundo luego de un levantamiento nacional fallido de 1959 contra el gobierno de China.
Los tibetanos que viven en el Tíbet se quejan con frecuencia de los abusos contra los derechos humanos por parte de las autoridades chinas y de las políticas que dicen tienen como objetivo erradicar su identidad nacional y cultural.
Traducido por Tenzin Dickyi para RFA Tibetan. Escrito en inglés por Richard Finney.
