MALANG, Indonesia: Se suponía que sería una salida divertida y memorable para Doni y su familia.
Pero ahora, siempre recordará el sábado pasado (1 de octubre) por las razones equivocadas.
El cuñado de Doni y su esposa murieron ese día cuando asistían a un partido de fútbol entre el Persebaya de Surabaya y el Arema FC en el estadio local de este último, Kanjuruhan, en Malang, Java Oriental. El partido terminó en caos y al menos 125 personas murieron.
“Solo queríamos ver el partido y disfrutarlo. De lo contrario, ¿por qué traeríamos a nuestros hijos?”. Doni, que tiene un solo nombre, le dijo a CNA desde la casa de su familia en Malang.
Asistió al partido con su hijo de 10 años y otros ocho miembros de la familia.
El grupo incluía a su cuñado Mochammad Yulianton, la esposa de Yulianton, Devi Ratnasari, y su único hijo, Mochammad Alfiansyah, de 11 años.
También se les unieron otros familiares. Había tres niños en el grupo de 10.
“Cuando terminó el partido, los jugadores de Arema todavía estaban en el campo.
“Es su tradición saludar a los aficionados después de un partido, ya sea que pierdan o ganen, es habitual”, dijo Doni, quien como hincha del Arema FC ha visto los numerosos partidos del club.
“Pero de repente la gente irrumpió en el campo. El personal de seguridad trató de bloquearlos, pero al instante la multitud se hizo más grande”, recordó Doni.
Estaban sentados a unos 5 metros de la puerta de salida, pero cuando la gente se apresuró a salir, decidieron esperar, dijo.
Recordó que el personal de seguridad disparó gases lacrimógenos hacia la multitud en la cancha que provocó el pánico, y la gente irrumpió hacia las puertas de salida del estadio.
“Todavía estábamos sentados en nuestros asientos cuando de repente también nos dispararon gases lacrimógenos. Fue entonces cuando instintivamente agarré a los tres niños y corrimos hacia la salida”, dijo Doni.
