ChatGPT admite la interacción en el idioma chino y es muy capaz de conversar en chino, lo que ha ayudado a impulsar su adopción no oficial en el país.
Las empresas chinas también utilizan herramientas proxy o asociaciones existentes con Microsoft, que está invirtiendo miles de millones de dólares en su OpenAI, para acceder a herramientas que les permitan incorporar tecnología de IA en sus productos.
Proximai, con sede en Shenzhen, introdujo en diciembre un personaje virtual en su aplicación social similar a un juego en 3D que usaba la tecnología subyacente de ChatGPT para conversar. La empresa de software de entretenimiento Kunlun Tech, con sede en Beijing, planea incorporar ChatGPT en su navegador web Opera.
SleekFlow, una startup respaldada por Tiger Global en Hong Kong, dijo que estaba integrando IA en sus herramientas de mensajería de relaciones con los clientes.
«Tenemos clientes en todo el mundo», dijo Henson Tsai, fundador de SleekFlow. «Entre otras cosas, ChatGPT hace traducciones excelentes, a veces mejores que otras soluciones disponibles en el mercado».
CENSURA
Las pruebas de Reuters de ChatGPT indican que el chatbot no es reacio a las preguntas que serían delicadas en China continental. Cuando se le preguntó qué pensaba sobre el presidente chino, Xi Jinping, por ejemplo, respondió que no tiene opiniones personales y presentó una variedad de puntos de vista.
Pero algunos de sus bots proxy en WeChat han incluido en la lista negra esos términos, según otras verificaciones de Reuters, cumpliendo con la fuerte censura de China sobre su ciberespacio. Cuando se le hizo la misma pregunta sobre Xi en un bot proxy de ChatGPT, respondió diciendo que la conversación violó las reglas.
Para cumplir con las reglas chinas, el cofundador de Proximai, Will Duan, dijo que su plataforma filtraría la información presentada a los usuarios durante su interacción con ChatGPT.
Los reguladores chinos, que el año pasado introdujeron reglas para fortalecer la gobernanza de la tecnología «deepfake», no han comentado sobre ChatGPT, sin embargo, los medios estatales advirtieron esta semana sobre los riesgos del mercado de valores en medio de un frenesí por las acciones locales del concepto ChatGPT.
La Administración del Ciberespacio de China, el regulador de Internet, no respondió a la solicitud de comentarios de Reuters.
«Con las regulaciones publicadas el año pasado, el gobierno chino dice: ya vemos venir esta tecnología y queremos estar a la vanguardia», dijo Rogier Creemers, profesor asistente en la Universidad de Leiden.
«Espero que la gran mayoría del contenido generado por IA no sea político».
