Un nuevo homicidio se registró en la noche de este martes en el sector de El Amparo en la localidad de Kennedy. Allí un joven de 29 años fue baleado en plena vía pública. “Esta persona que frecuentaba esta zona fue baleada y se está tratando de establecer cuáles serían los motivos”, señaló ayer el coronel Camilo Torres de la estación de Policía de Kennedy.
Seis tiros a Jhonatan
Q’HUBO conoció que a eso de las 7 de la noche el estruendoso sonido de un arma de fuego hizo eco por las calles del barrio El Amparo. Con gran temor los residentes de este barrio de Bogotá, en el que por cada cuadra se respira un aire de peligro constante, dieron aviso a las autoridades.
Inmediatamente, los uniformados del CAI Caldas acudieron a la Calle 40G Sur con Carrera 81K para corroborar qué era lo que estaba sucediendo, pero al llegar a este punto vieron a un hombre tendido en vía pública con un lago hemático bajo su cabeza.
“Los policías son alertados de unos disparos y cuando llegan al lugar encuentran a un hombre al que le toman los signos vitales y se dan cuenta que ya había muerto. Luego se dio el aviso para que llegaran las unidades de criminalística”, señaló un oficial.
Tras reportar la novedad, al poco tiempo arribaron las unidades de criminalística de la Sijín y se hicieron cardo del caso. En medio de la noche, esta cuadra fue acordonada para que los investigadores adelantaran las labores de inspección técnica al cadáver y a la escena.
La víctima fue identificada como Jhonatan Stith Hernández Gil (28 años) y al momento de la inspección se le encontraron seis impactos de arma de fuego, lo que daba cuenta de la sevicia con la que su verdugo había llegado para acabar con su vida.
“El occiso presentaba anotaciones por el delito de venta de estupefacientes y hurto. Por el momento se desconocen los móviles del crimen, y nos encontramos recolectando información apoyados en videos de las cámaras de seguridad de la zona e información de la comunidad”, agregó la Policía.
Es de señalar que la comunidad en esta zona decidió sepultar las palabras que hagan mención a este crimen, pues el temor a las represalias por cuenta de los que están detrás los obligó a ello. No es extraño que pese a la sangre que manchan las cuadras de este vecindario, los ciudadanos hagan borrón y cuenta nueva, como si le dieran vuelta a la página de un libro, y las historias violentas que escuchan o que ven se queden ocultas en sus memorias.
Por ahora se sabe que entre las hipótesis que manejan las autoridades se encuentra un ajuste de cuentas por temas de microtráfico, pero habrá que esperar para que la justicie opere y dé con las manos criminales y esclarezca los motivos que llevaron a segar la vida de Hernández Gil.
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