El trauma médico emocional afecta a los cuidadores de personas con lesiones y enfermedades

Cuidar a un ser querido con una enfermedad o lesión crónica o terminal puede ser emocional y físicamente agotador. Además de las posibles preocupaciones, el estrés, la culpa y el miedo a lo desconocido, los cuidadores pueden experimentar una pérdida de identidad e independencia y tener problemas para equilibrar otros aspectos de sus vidas y responsabilidades mientras cuidan a su ser querido. Todos estos desafíos pueden poner a los cuidadores en riesgo de sufrir un trauma médico.

El trauma médico es la respuesta emocional a los diagnósticos, cuidados o tratamientos médicos. La atención médica y el tratamiento no solo afectan al individuo, sino también a sus seres queridos. Cada año, millones de cuidadores experimentan síntomas de trauma médico emocional.

Es importante que los cuidadores reconozcan los signos y síntomas de trauma médico en otros o en ellos mismos. Estos síntomas pueden desarrollarse a partir de una sola experiencia médica o de atención médica continua. Los síntomas del trauma médico pueden incluir:

• Evitación: evitar recordatorios de atención médica, como conducir hasta el hospital, asistir a citas, llamadas telefónicas de proveedores médicos, hablar o pensar en cualquier cosa relacionada con la atención o la condición médica.
• Reexperimentación: Recuerdos de recibir un diagnóstico o evento de lesión o una parte de la atención médica, conversaciones repetidas sobre la condición médica o la atención, pensamientos que se repiten una y otra vez.
• Hiperexcitación: Dificultad para dormir, irritabilidad, dificultad para concentrarse o sentirse «al límite».
• Cambios en el estado de ánimo/cognición: aumento de los sentimientos de tristeza, frustración y preocupaciones; pensamientos negativos; y retirarse o aislarse de los demás.

Estos son algunos consejos para que los cuidadores se cuiden a sí mismos mientras cuidan a su ser querido enfermo o lesionado:

• Participa en el autocuidado. Piensa en lo que necesitas y empieza por hacer una sola cosa por ti mismo.
• Reconozca sus signos de estrés y encuentre formas pequeñas de tomar un descanso, como una caminata corta, escuchar música, participar en un ejercicio de respiración de 5 minutos o escribir un diario.
• Cuando enfrente los miedos a lo desconocido, intente concentrarse en lo que puede controlar. Puede ser útil organizarse y hacer un plan, al mismo tiempo que se permite la flexibilidad si las cosas no salen exactamente según lo planeado;
• Confíe en su sistema de apoyo y acepte ayuda, ya sea solo para escuchar o para hacer un recado rápido. Sepa que es posible que no pueda hacerlo todo durante este tiempo, y eso está bien.

Tenga en cuenta que estas estrategias pueden ser útiles, pero no reemplazan a un profesional de la salud mental. Si usted o un ser querido experimentan síntomas de trauma médico, comuníquese con su médico o un profesional de salud mental para obtener apoyo adicional.