Un tribunal de la junta de Myanmar dictó sentencias de tres a seis meses a siete empleados de prisiones, incluido un alcaide, después de una fuga en mayo en la que 10 presos dominaron a los guardias, les quitaron las armas y escaparon, dijeron tres fuentes con conocimiento de la situación.
Diez reclusos, incluidos nueve combatientes de la Fuerza de Defensa del Pueblo antijunta, escapó de la prisión de Taungoo en la región de Bago, en el centro de Myanmar, el 18 de mayo cuando los llevaban de sus celdas a una pequeña sala de audiencias de la prisión para sus juicios. Entre ellos se encontraba una mujer y dos reclusos condenados a muerte.
El director, Kyi Oo, oficialmente subdirector del departamento penitenciario de la ciudad, recibió el lunes tres meses de prisión, mientras que Than Tun y Tun Tun Oo, los dos jefes de prisión, el teniente Than Zin Win, el teniente Oo Toe y los empleados Khant Si Thu y Pho Kauk recibieron sentencias de seis meses cada uno, dijeron fuentes cercanas a la prisión de Taungoo.
Además de ser condenados a prisión, se esperaba que fueran despedidos, dijeron las fuentes, que se negaron a ser nombradas para poder hablar libremente.
La medida se produce cuando el ejército, que derrocó al gobierno civil elegido democráticamente en un golpe de estado en febrero de 2021, toma medidas enérgicas contra el personal penitenciario para asegurarse de que no ayuden ni dejen escapar a los presos políticos.
Nyo Tun, un ex preso político que fue liberado recientemente, dijo que la junta militar gobernante está tomando medidas más estrictas contra los empleados penitenciarios para reprimir a los funcionarios de menor rango.
“En el pasado, solo he visto acciones tomadas contra las autoridades penitenciarias, como retirarlas de sus funciones o degradarlas en sus cargos”, dijo a Radio Free Asia. “Ya no es así [because] incluso están siendo encarcelados”.
“Al hacerlo, la junta espera que las autoridades penitenciarias y el personal de otras prisiones sean presionados para continuar oprimiendo a nuestros presos políticos con reglas y métodos más estrictos”, dijo.
El juicio del personal de la prisión se llevó a cabo en el juzgado del municipio de Taungoo, dijo una fuente, aunque no conocía los cargos específicos de cada uno. Posteriormente, fueron llevados de regreso a la prisión.
Una persona cercana a los familiares de los presos políticos que cumplen condena en la prisión de Taungoo también le contó a RFA sobre las sentencias de los empleados.
“El alcaide fue acusado de tener conexiones con el PDF y dijeron que tenían muchas pruebas”, dijo la persona.
“También iban a ser destituidos de sus cargos oficiales junto con sus penas de prisión”, agregó la fuente.
Seguridad reforzada
Desde la fuga, la seguridad en la prisión se ha reforzado, con la instalación de nuevas cámaras de video de circuito cerrado, torres de vigilancia y búnkeres al aire libre, dijo la fuente, así como un aumento de las fuerzas militares allí.
RFA no pudo comunicarse con Naing Win, subdirector general y portavoz del Departamento de Prisiones, para hacer comentarios.
Se han tomado medidas similares contra el personal penitenciario en otras partes del país.
En la prisión de Daik-U, también en la región de Bago, ocho empleados de la prisión, incluido Yan Naing Tun, el subdirector, fueron arrestados y han estado bajo investigación desde finales de junio por cargos de ayudar a los reclusos políticos a comunicarse con archivos PDF, dijeron fuentes cercanas al centro de detención.
El 4 de julio, el sargento. Nay Myo Thein y un sargento adjunto que trabajaba en la prisión de Myingyan en la región de Mandalay, en el centro de Myanmar, fueron despedidos y cada uno sentenciado a seis meses de cárcel por presuntamente ayudar a los reclusos, según personas cercanas al centro de detención.
Tras la fuga de Taungoo, las autoridades interrogaron y golpearon a algunos presos políticos en las cárceles de Myingyan, Daik-U y Tharyarwaddy, matando a algunos y poniendo a otros en situaciones de peligro para la vida, dijeron a RFA familiares de los presos y fuentes cercanas a las prisiones en un informe anterior.
Más de 60 de estos reclusos fueron condenados a tres años adicionales de prisión cada uno el 6 de julio por su presunta participación en un motín que tuvo lugar en la prisión de Pathein en la región de Ayeyarwady.
En mayo y junio, 15 reclusos murieron torturados durante el interrogatorio o por otras razones, incluidos disparos por tratar de escapar durante el traslado de la cárcel, según un recuento de la RFA.
La junta militar ha detenido a más de 19.500 personas, de las cuales aproximadamente 6.850 han cumplido penas de prisión, desde el golpe de febrero de 2021, según la Asociación de Asistencia para Presos Políticos, un grupo de derechos con sede en Tailandia.
Traducido por Myo Min Aung para RFA Burmese. Editado por Roseanne Gerin y Malcolm Foster.
