Varias personas recibieron disparos en Kenia, algunas posiblemente fatales, cuando las fuerzas de seguridad se enfrentaron con manifestantes en todo el país que protestaban el miércoles por el alto costo de la vida y los aumentos de impuestos.
Testigos oculares dijeron que los manifestantes arrojaron piedras a la policía y quemaron neumáticos en las calles, mientras que las fuerzas de seguridad lanzaron ráfagas de gases lacrimógenos. Fue la tercera ronda de manifestaciones antigubernamentales que la oposición convocó este mes.
La policía arrestó al menos a 300 personas en todo el país, incluidas nueve importantes figuras de la oposición, según el Ministerio del Interior y un abogado de la oposición. Se cerraron las escuelas en la capital, Nairobi, la ciudad portuaria de Mombasa y Kisumu, la tercera ciudad más grande del país.
El centro de la ciudad de Nairobi estaba en gran parte desierto con muchos negocios cerrados, mientras que la policía erigió puestos de control en las carreteras que conducen a la Casa de Gobierno, la residencia oficial del presidente William Ruto.
Ruto fue elegido en agosto pasado comprometiéndose a defender los intereses de los pobres, pero los precios de los productos básicos han subido bajo su administración y el mes pasado su gobierno aprobó aumentos de impuestos. El gobierno dice que los gravámenes sobre el combustible y la vivienda son necesarios para ayudar a lidiar con los crecientes pagos de la deuda y para financiar iniciativas de creación de empleo.
En los disturbios del miércoles, siete personas fueron admitidas en el hospital de referencia del condado de Nakuru después de sufrir heridas de bala. Citizen TV informó que dos personas fueron asesinadas a tiros en Nakuru, en el Valle del Rift, sin decir quién.
El ministerio dijo que los arrestados serán acusados de varios delitos, incluidos saqueos, daños maliciosos e incendios provocados.
En la ciudad de Migori, en el oeste de Kenia, dos personas buscaron tratamiento por heridas de bala sufridas durante las protestas. Una persona murió a tiros y otra resultó herida en la ciudad sureña de Makueni. Citizen TV también informó que dos personas resultaron heridas a tiros en Nairobi, mientras que el periódico Standard también informó que dos personas recibieron disparos en la capital.
“Este gobierno está violando la constitución al ser brutal con nosotros mientras intentamos defender la misma constitución a través de protestas pacíficas”, dijo a Reuters un manifestante en Mombasa que solo dio su nombre de pila, Eric, mientras se echaba agua en la cara para lavarse los gases lacrimógenos.
Los oficiales de policía no respondieron a las solicitudes de comentarios. Dos camiones con cañones de agua y docenas de policías antidisturbios estaban estacionados en la entrada de Kibera, un barrio pobre en el suroeste de Nairobi. Los manifestantes quemaron neumáticos y arrojaron piedras a la policía, que respondió con ráfagas de gases lacrimógenos. Un canal de televisión controlado por el partido de oposición Azimio La Umoja dijo que el portavoz de su líder, Raila Odinga, había sido arrestado.
Los líderes de la oposición también han convocado manifestaciones para el jueves y el viernes.
LA IGLESIA LLAMA A LA PAZ
Al menos 15 personas murieron y cientos fueron arrestadas en las dos rondas de protestas a principios de este mes, cuando la policía lanzó gases lacrimógenos y, en algunos casos, munición real contra la multitud. Un grupo de cabildeo del sector privado dice que las protestas de este año le han costado a la economía más de $20 millones por día y los líderes cívicos han advertido sobre incidentes esporádicos de aparente violencia étnica.
La política de Kenia a menudo se define por alianzas tribales y luchas entre líneas étnicas después de las elecciones disputadas en 2007 y 2017 que mataron a cientos de personas. Sin embargo, los analistas políticos dicen que es poco probable que las últimas protestas se conviertan en una violencia étnica generalizada ya que la base de apoyo de Ruto se divide entre grupos étnicos.
Las iglesias y los grupos de derechos civiles han pedido a Ruto y Odinga que resuelvan sus diferencias a través del diálogo y suspendan las protestas. El arzobispo Anthony Muheria, miembro de la Conferencia de Obispos Católicos de Kenia, dijo que los aumentos de impuestos deberían ser derogados.
