Conocidos en todo el mundo por su extravagancia, los clubes de Berlín han fomentado un estilo libre de tabúes, inspirado en el fetichismo, que hace un uso liberal del cuero y el látex con accesorios que pellizcan, pinchan y aprietan.
«Fetishwear» tiene sus tiendas dedicadas y diseñadores de renombre, y ocupa un lugar destacado en los dos grandes festivales de verano de la ciudad: el Technoparade, que tuvo lugar en julio, y la marcha del orgullo de Berlín, una de las más grandes de Europa, el sábado.
Es durante esta temporada de fiestas de verano que Shaham y su pareja Lulu Neel han decidido hacer su última peregrinación a Berlín.
La pareja se enamoró de la ciudad hace tres años cuando se encontraron con una comunidad de clubbers que «simplemente se vestían mucho mejor de lo que jamás había visto», dice Lulu.
“Quería estar vestida así”, dice la joven, especialista en diseño digital 3D de día, que luce un collar de cuerda negra con anillas de metal en un espectáculo organizado por la discográfica advenediza The Code.
