Nos encontrams esta columna del columnista andres hoyos del espectador, que hace una radiografía de nuestra situación. Opiniones son opiniones…
Hace muchos años que no voy a Buenaventura y ello quizá debido a que ninguno de los caminos que conducen a Roma pasa por allí. Recuerdo la elegancia del Hotel Estación en medio de un entorno urbano catastrófico y poco más.
Escarbar el nombre de “Buenaventura” en los archivos de prensa trae un sinfín de títulos espantosos: asesinatos, guerrilla, paramilitares, narcotráfico, bandas criminales, políticos corruptos que se suceden uno a otro, ley de quiebras, lluvia perenne y un desempleo que nunca ha bajado del 50% y que solía rozar la cifra casi increíble de 80%. The Book of Lists # 2, de Irving Wallace et al., publicado en 1980, enumera las peores ciudades del mundo y, para vergüenza nuestra, Buenaventura aparece de primera, por encima de lugares proverbialmente odiosos como Lagos, Nigeria.