Daniela Fernanda Villota, narró la difícil situación que vivió cuando viajaba a la ciudad de Pasto, pues ella llegó a su destino, pero Lulo, su perro de apoyo emocional no lo hizo y quedó varado en Bogotá, en donde la aerolínea, según su relato, no dejó sin agua, alimento y sin la posibilidad de salir a hacer sus necesidades por más de 28 horas.
Daniela contó a Blu Radio que el tiquete con el que iba a viajar lo compró a mitad de año y fue en ese momento en el que le manifestó a la aerolínea que lo haría con Lulo, un perro adulto, de raza grande y con certificado de animal de apoyo emocional, pero le indicaron que por su tamaño, tendría que viajar ir en bodega y ella estuvo de acuerdo.
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Sin embargo, un día antes del viaje le informaron a Daniela que este debía ser reprogramado, pues en la fecha asignada no se tenían aviones con bodega ventilada para garantizar la seguridad del perrito.
“En cada counter deberían que yo estaba preguntando el avión, es ventilado, viene bien el perro todo está en orden y todo el mundo me decía. Sí, sí, sí sí sí sí sí, sí, todo está bien, que a mí no hubieran dicho que Lulo no iba a poder viajar conmigo, yo me he quedado en Bogotá con el solucionando”, expresó.
El viaje se tornó angustioso cuando la mujer desembarco en Pasto, recibió su equipaje pero no al perrito.
“Yo digo como que la situación no empieza a parecer absurda cuando me llega la maleta, pero no me llega el perro, o sea, pasan primero el equipaje, pero no a este ser vivo que estaba pues encerrado desde las 6 de la mañana”, refutó.
Ante su preocupación, Daniela indago con la aerolínea y esta le dijo que el perrito seguía en Bogotá, así que les pidió atención para él, que le dieran agua, comida, que lo dejaran salir un rato del guacal, pero lo único que recibió fue negativas.
“Y les digo como bueno, ok, está allá, pero quién le puede dar alimento, quién le puede dar agua, quién lo puede sacar a hacer sus necesidades y me empiezan a decir no es que por políticas de la empresa no es posible porque las políticas de la empresa no podemos manipular por políticas de la empresa, no le podemos abrir la puerta por políticas de la empresa, no le podemos dar”,
Finalmente, tras una larga espera, Lulo llegó a Pasto sano y salvo, aunque algo estresado por las más de 20 horas de encierro, por lo que Daniela está esperando interponer una demanda a Avianca por maltrato animal.
