Desde las cuatro de la mañana Juan Castillo Nisperuza monta el agua en la estufa para preparar el tinto que tanto gusta y que goza de buena fama en Maicao, el que venden los ‘tuchineros’.
Así comienza el día a día de Castillo, quien es oriundo de Chimá, Córdoba, le dicen “ey Tuchin, un tinto”, los hombres que nacieron en esta región de Córdoba y viven en Maicao, se dedican a la venta de esta bebida; y todos son conocidos como tuchineros, aunque no sean de Tuchin.
“Se calienta el agua, este café es Dolca instantáneo, se echa la medida y ahí queda preparado, se le da el toque secreto de Córdoba, de los tuchineros”, así cuenta Juan como hace este delicioso tinto.
Este vendedor, en el día, hace dos recorridos, por la mañana, de 6:00 a 11:00 y de 3:00 a 7:00 de la noche; en cuestión de una hora llena los 42 termos, que llevan ese toque secreto, que hace que este tinto sea único y de buen sabor.
La degustación de un buen tinto comienza a las seis de la mañana, cuando llega a su puesto en la calle 6 con carrera 11 barrio Boscán; allí sus clientes le esperan para disfrutar del tinto Tuchinero.
Aunque la llegada de ciudadanos extranjeros a Maicao, desplazó a muchos tuchineros, algunos se mantienen vigentes en este oficio y con ello la elaboración del mejor tinto del municipio fronterizo. “Es una satisfacción para mí cuando me dicen esta sabroso este tinto, siempre repiten, el tinto los tiene amañao”, cuenta este tintero.
A Juan Castillo, sus 22 años de experiencia lo han vuelto todo un experto en su labor y se reinventa cada día para ofrecer un plus a sus clientes, “les ofrezco chocolate sabanero, aromática, manzanilla, jengibre, vendo agua, jugos naturales, chicha. El que no toma algo caliente le brindo algo frío”, señala sonriendo.
Cuando inició en la venta de los tintos tuchineros, el costo era 100 pesos; hoy el valor es de 300, así cautiva a sus clientes con el mismo sabor y a buen precio.
