Esta vía trasciende las fronteras del Quindío, extendiéndose al corazón del Eje Cafetero y al desarrollo económico nacional.
Dirigentes gremiales consultados por QUINDÍO NOTICIAS –https://quindionoticias.com/– expresaron su preocupación por el creciente flujo vehicular que transita diariamente por esta importante vía de la región. Los municipios de Génova, Córdoba, Pijao, Buenavista, Calarcá y La Tebaida en el Quindío, así como Sevilla y Caicedonia en el Norte del Valle, son los más afectados por el tránsito de vehículos de carga pesada que utilizan este corredor vial.
El punto más crítico corresponde al sector del puente de Balboa – La Y, donde se registran frecuentes accidentes, ocasionando problemas de comunicación entre el occidente y el centro del país. Esta situación representa un desafío importante para las autoridades locales y regionales, quienes deben buscar soluciones efectivas para garantizar la seguridad vial y la fluidez del tráfico en esta importante ruta.
La ANI debe priorizar el interés general
La Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) avanza en la propuesta para llevar a cabo un ambicioso proyecto vial en el departamento del Quindío. La iniciativa, presentada bajo el esquema de Asociación Público Privada (APP), contempla la construcción de dos carriles paralelos a los existentes en el tramo Calarcá-El Caimo-La Tebaida hasta La Paila, abarcando un total de 75 kilómetros.
Este proyecto, que implica la creación de una vía de cuatro carriles con tres ramales, incluido uno hacia La Tebaida, y el mantenimiento de un tramo adicional de 45 kilómetros entre Calarcá y Cajamarca, busca mejorar significativamente la conectividad en la región. Sin embargo, no está exento de polémica.
La propuesta presentada por Odinsa ha generado tanto expectativas como preocupaciones entre los habitantes del Eje Cafetero. Por un lado, se destaca su importancia para la integración de importantes puntos logísticos como el Túnel de La Línea y el Puerto de Buenaventura, lo que podría potenciar el desarrollo económico de la región. Además, se resalta que la iniciativa ha sido sometida a audiencias públicas, lo que demuestra un proceso participativo en su elaboración.
No obstante, no todo son elogios para Odinsa. La empresa ha sido objeto de críticas debido al incumplimiento de obras en proyectos anteriores en la región. A pesar de cobrar uno de los peajes más altos del país, se le reprocha la falta de compromiso con las comunidades locales en la ejecución de obras que beneficien directamente a la población.
En este contexto, la aprobación del proyecto plantea interrogantes sobre el papel de las empresas privadas en el desarrollo de infraestructura pública. ¿cederá la ANI antes la presiones de dirigentes de Caldas y Risaralda para oponerse al desarrollo del Quindío y el país?¿Se garantizará la transparencia y el cumplimiento de los compromisos adquiridos? ¿O prevalecerán los intereses económicos por encima de las necesidades de la comunidad?
Con la mirada puesta en el futuro, queda por ver cómo se desarrollará este proyecto y cuál será su verdadero impacto en la región cafetera.
