Las momias más antiguas del mundo existen desde hace más tiempo que los faraones momificados de Egipto y sus ornamentadas tumbas, pero los estragos del tiempo, el desarrollo humano y el cambio climático están poniendo en riesgo estas reliquias.
El desierto de Atacama, en Chile, fue el hogar del pueblo Chincorro, una antigua población que comenzó a momificar a sus muertos hace 5.000 años, dos milenios antes que los egipcios, según Bernando Arriaza, profesor de la Universidad de Tarapacá.
El árido desierto ha preservado restos momificados y otras pistas en el entorno que brindan a los arqueólogos información sobre cómo vivía antiguamente el pueblo Chincorro.
La idea de momificar los cuerpos probablemente surgió al observar cómo otros restos sufrían el proceso de forma natural en medio de las condiciones secas del desierto. Los cuerpos momificados también estaban decorados con mantas de juncos, máscaras de arcilla, cabello humano y más, según los arqueólogos.
Aunque la UNESCO ha designado a la región como Patrimonio de la Humanidad, es posible que la declaración no salve todas las reliquias. Varios museos, incluido el Museo Arqueológico Miguel de Azapa en la antigua ciudad de Arica, exhiben la cultura Chincorro. Algunas momias y otras reliquias están resguardadas de manera segura en esas exhibiciones con clima controlado, pero los restos que aún están ocultos en el árido desierto siguen en peligro.
«Si aumenta la temperatura superficial del mar, por ejemplo, en la costa norte de Chile, eso aumentaría la humedad atmosférica», dijo Claudio LaTorre, paleoecólogo de la Universidad Católica de Chile. «Y eso a su vez generaría descomposición, en lugares donde hoy no hay descomposición, y se perderían las momias».
También podrían perderse otras pistas que los arqueólogos pudieran encontrar en el entorno.
«El cambio climático inducido por el hombre es un aspecto que realmente nos preocupa, porque cambiará varios aspectos diferentes que están formando el desierto hoy en día», dijo LaTorre.
Arriaza está trabajando para crear conciencia sobre las momias, con la esperanza de que eso conduzca a una mayor preservación.
«Es un reto muy grande porque se necesitan recursos», dijo Arriaza. «Es un esfuerzo de todos por un objetivo común: preservar el sitio, preservar las momias».
Masoud Pezeshkian gana la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Irán
