Resumen
- El presidente Paul Kagame está dispuesto a extender su gobierno de 24 años en Ruanda con una victoria aplastante, habiendo obtenido hasta ahora el 99,15% de los votos, con el 79% de las papeletas escrutadas.
- Sus dos oponentes, Frank Habineza y Philippe Mpayimana, han recibido menos del 1% de los votos juntos.
- Las elecciones registraron una alta participación, con un 98% de participación entre los 9,5 millones de votantes elegibles, a pesar de que varias figuras prominentes de la oposición fueron prohibidas.
Kigali, Ruanda – El presidente Paul Kagame va camino de prolongar su mandato de 24 años por otros cinco años tras su aplastante victoria en las elecciones del lunes. Con el 79% de los votos escrutados, los resultados parciales de la comisión electoral muestran que Kagame obtuvo el 99,15% de los votos.
El actual presidente, de 66 años, se enfrentó a una oposición mínima, ya que se prohibió a las figuras destacadas presentarse como candidatos. Sus dos oponentes, el ambientalista Frank Habineza y el periodista y escritor Philippe Mpayimana, obtuvieron solo el 0,53% y el 0,32% de los votos, respectivamente.
En un discurso pronunciado en la sede del partido Frente Patriótico Ruandés (FPR), Kagame expresó su gratitud al pueblo ruandés por su abrumador apoyo. “No son sólo cifras, incluso si fueran del 100%, no son sólo números. [They] “Demostrar la confianza y eso es lo más importante”, afirmó.
Se espera que los resultados provisionales completos se anuncien el 20 de julio y los resultados finales el 27 de julio. Los resultados reflejan los de las elecciones de 2017, donde Kagame ganó con el 98,8% de los votos frente a los mismos oponentes.
La comisión electoral informó de una alta participación electoral, con un 98% de los más de 9,5 millones de electores habilitados participando en las elecciones para presidente y 53 legisladores. Las elecciones para 27 escaños especiales asignados a mujeres, jóvenes y personas con discapacidad están previstas para el martes.
Kagame ha sido el líder de facto de Ruanda desde el fin del genocidio de 1994 y se convirtió oficialmente en presidente en 2000. A pesar de las acusaciones de grupos de derechos humanos de que está recortando las libertades, los partidarios de Kagame le atribuyen un crecimiento económico significativo y esfuerzos para poner fin a las divisiones étnicas en el país.