Colorado eliminó a los inscritos en Medicaid como lo hicieron los estados republicanos, lo que alarma a los defensores de los pobres

Colorado se destaca entre los 10 estados que han cancelado la mayor proporción de beneficiarios de Medicaid desde que el gobierno de EE. UU. levantó una restricción de la era de la pandemia que impedía retirar a personas del programa de seguro médico.

Es el único estado azul en un grupo de estados rojos con altas tasas de cancelación de afiliación (un grupo que incluye a Idaho, Montana, Texas y Utah) en el «desmantelamiento» de Medicaid en curso desde la primavera de 2023.

Colorado también es el único estado que tenía todos los ingredientes políticos necesarios para amortiguar las consecuencias de la desmantelación, según los analistas de políticas de Medicaid de KFF.

Pero parece que el colchón no se ha desplegado.

«Realmente hay una división en Colorado entre nuestras políticas progresistas y nuestra administración fragmentada y con fondos insuficientes», dijo Bethany Pray, directora legal y de políticas del Centro de Derecho y Política de Colorado, un grupo de asistencia legal con sede en Denver.

Según datos de KFF, durante el desmantelamiento, Colorado ha experimentado una caída neta mayor en la inscripción a Medicaid y al Programa de Seguro Médico para Niños que cualquier otro estado, excepto Utah.

Los defensores del acceso a la atención sanitaria, los investigadores y los administradores de los condados (los administradores que se encargan de la mayor parte de las redeterminaciones de Medicaid en Colorado) dicen que los principales problemas tienen que ver con la tecnología obsoleta y las bajas tasas de renovación automática. Ambos crean obstáculos a la inscripción que socavan las políticas progresistas del estado.

Los funcionarios estatales tienen una visión más optimista. Dicen que la caída en la inscripción es una señal de que hicieron un buen trabajo inscribiendo a la gente en el punto álgido de la pandemia de COVID-19. En segundo lugar, dicen que la economía de Colorado va bien, por lo que más personas pueden obtener seguro a través de sus trabajos.

«Cuando tenemos una tasa de desempleo realmente estelar, no hay tanta gente que necesite programas de protección social, y estamos orgullosos de ello. Nuestra gente está creciendo y prosperando», dijo Kim Bimestefer, quien dirige el Departamento de Política y Financiación de la Atención Sanitaria y es la principal funcionaria de Medicaid del estado. Su departamento también ha dicho que algunas personas optan por no completar los formularios de elegibilidad porque saben que sus ingresos son demasiado altos para calificar.

Los datos de la Oficina de Estadísticas Laborales muestran que, si bien es cierto que la tasa de desempleo de Colorado es más baja que la del país en su conjunto, es más alta que antes de la pandemia.

Los funcionarios estatales dicen que creen que las inscripciones a Medicaid disminuyeron porque muchas de esas personas encontraron trabajo, como lo reflejan las tasas de desempleo más bajas. Pero esa situación ocurrió en menos de la mitad de los condados del estado, según un análisis de KFF Health News.

Cabe destacar que en 11 condados donde el desempleo se estancó o aumentó entre enero de 2020 y abril de 2024, la proporción de la población cubierta por Medicaid se redujo. Una tasa de desempleo baja no significa necesariamente que haya una menor necesidad de cobertura de Medicaid, porque muchas personas empleadas ganan salarios lo suficientemente bajos como para calificar para el programa.

Colorado aumentó la inscripción en Medicaid y el Programa de Seguro Médico para Niños relacionado en un 35% durante la emergencia de salud pública por COVID, en comparación con aproximadamente el 30% a nivel nacional y entre los estados de expansión de Medicaid.

«Crecimos más, lo que significa, lógicamente, que vamos a dar de baja a más personas», dijo Bimestefer. «Subimos más, vamos a bajar más, porque nuestra economía es estelar».

El sitio web de su departamento afirmó inicialmente que la inscripción a Medicaid en Colorado creció más que en cualquier otro estado que haya ampliado su cobertura, excepto Hawái. Pero los datos de los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid muestran que el crecimiento de la inscripción durante la pandemia en otros estados, incluidos Indiana, Dakota del Norte, Virginia y Nevada, también superó al de Colorado.

Incluso si hubiera crecido más, el argumento de que lo que sube debe bajar no se sostiene, dijeron los analistas de políticas de Medicaid.

«Un contraargumento a eso es que sabemos que nunca hubo una participación plena en Medicaid antes de la pandemia», dijo Jennifer Tolbert, subdirectora del Programa KFF sobre Medicaid y los No Asegurados.

Tolbert dijo que estaba sorprendida por la magnitud de las pérdidas de inscripciones en Medicaid en Colorado, dado que era el único estado del país que cumplía con todos los criterios que KFF esperaba que amortiguaran los efectos de la desmantelación. Esas políticas incluyen la adopción de la expansión de Medicaid de la Ley de Atención Médica Asequible y el procesamiento automático de las renovaciones.

Tolbert estuvo entre varios investigadores de políticas que dijeron que incluso si el desempleo volviera a los niveles previos a la pandemia, esperarían que una proporción mayor, no menor, de habitantes de Colorado estuvieran inscritos en la cobertura de la red de seguridad.

Ally Sullivan, portavoz del gobernador demócrata Jared Polis, dijo que un factor que complica el sistema de Colorado es que se encuentra entre los pocos estados donde la mayor parte del trabajo de verificación de elegibilidad recae en los condados, «lo que agregó complejidad al proceso de desmantelamiento del estado».

«Colorado se compromete a garantizar que los habitantes de Colorado que ya no califican para la cobertura de Medicaid estén conectados a otras fuentes asequibles de cobertura lo antes posible, y el estado está haciendo grandes esfuerzos para lograrlo», señala la declaración.

Minnesota es otro estado en el que la verificación de la elegibilidad se deja en gran medida en manos de los condados. Sin embargo, canceló la inscripción de solo el 26% de su población de Medicaid durante la reorganización, en comparación con el 48% de Colorado. Al igual que Colorado, Minnesota está liderada por un gobernador demócrata. Minnesota también refleja a Colorado en su población, el aumento de la inscripción en la era de la pandemia, el porcentaje de sus residentes que viven en áreas prósperas y su tasa de desempleo mejor que la nacional. Pero Bimestefer descartó cualquier comparación.

«No me importa lo que pase en Minnesota», dijo Bimestefer. «Esto es Colorado. No me importa lo que haya hecho Minnesota».

Los defensores del acceso a la atención médica y los investigadores dijeron que un conjunto de problemas tecnológicos y administrativos han contribuido a la alta tasa de cancelación de la inscripción en Colorado.

En primer lugar, la base de datos de elegibilidad de Colorado, el Sistema de Gestión de Beneficios de Colorado, es obsoleta y poco funcional, según personas que la utilizan o están familiarizadas con los sistemas de otros estados.

«Es como seguir usando el viejo teléfono plegable con el que intentas jugar a la serpiente», dijo Sarah Grusin, abogada del Programa Nacional de Derecho Sanitario. «Tenemos mejores cosas».

Las organizaciones de Grusin y Pray presentaron una queja de derechos civiles ante varias agencias federales afirmando que los problemas del sistema que terminaron la cobertura de los ciudadanos discapacitados de Colorado equivalían a discriminación.

«Se necesitaron muchos meses para arreglar algo que no parece tan complicado», dijo Pray.

Bimestefer dijo que su departamento está trabajando en un plan para mejorar el sistema, que es administrado por Deloitte bajo un contrato de $354.4 millones que dura hasta 2027. Una investigación reciente de KFF Health News sobre los sistemas de elegibilidad administrados por Deloitte encontró problemas generalizados. En Colorado, una auditoría encargada por el estado en 2020 encontró que a muchos beneficiarios de Medicaid se les enviaron avisos y fechas límite incorrectos.

Kenneth Smith, un ejecutivo de Deloitte que dirige su división nacional de servicios humanos, dijo que Deloitte es uno entre muchos actores que juntos administran los beneficios de Medicaid, y que los estados poseen la tecnología y toman las decisiones sobre su implementación.

Los problemas tecnológicos de Colorado también han debilitado su capacidad de utilizar una herramienta poderosa en la inscripción: la renovación automática.

El otoño pasado, dijo Bimestefer, su agencia tuvo que elegir entre arreglar el sistema para que dejara de cancelar la inscripción de niños que no deberían perder la cobertura o comenzar a renovar automáticamente la inscripción de personas sin ingresos o con ingresos por debajo del nivel federal de pobreza. No podía hacer ambas cosas, dijo.

Expertos como Tricia Brooks, profesora de investigación del Centro para Niños y Familias de la Universidad de Georgetown, dijeron que es especialmente importante aumentar las renovaciones automáticas en estados como Colorado, donde la mayor parte del trabajo de renovación recae en el personal del gobierno del condado.

«¿Qué sucede cuando no se obtiene una tasa alta de renovaciones automáticas? Se envían los formularios de renovación», dijo Brooks, lo que significa que hay más cancelaciones de inscripciones. «No recibieron el correo. El aviso era confuso. Intentaron obtener ayuda a través del centro de llamadas. La lista de razones por las que la gente no renueva es interminable».

De hecho, dos tercios de los habitantes de Colorado que se dieron de baja perdieron su cobertura por razones de procedimiento, lo que coincide con el promedio nacional, según KFF. Pero si a esto le sumamos que Colorado dio de baja a tanta gente en general, eso significa que más de 500.000 habitantes de Colorado, o aproximadamente el 9% de la población del estado, fueron dados de baja por razones de procedimiento, más que la población de su segunda ciudad más grande, Colorado Springs.

Al menos un tercio de los que fueron dados de baja fueron posteriormente determinados como elegibles para Medicaid.

Los funcionarios de los centros de salud comunitarios y de los centros de salud mental de Colorado dicen que están viendo un aumento en el número de pacientes sin seguro que llegan a sus puertas, una señal, dicen, de que los habitantes de Colorado que fueron excluidos de Medicaid no necesariamente están pasando a pastos más verdes en materia de seguros de salud.

El 58 por ciento de quienes fueron dados de baja volvieron a Medicaid o ahora tienen otra forma de seguro. Pero el estado aún no sabe qué pasó con el 42 por ciento restante de las personas que fueron excluidas y dijo que realizaría una encuesta para averiguarlo.

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