La emblemática Plaza Naranja con el Ayuntamiento al fondo Crédito: Mark Gilbert CC
La bulliciosa ciudad de Marbella, con su población cada vez mayor procedente de todo el mundo, ha recorrido un largo camino desde la Guerra Civil.
A principios de la década de 1960 Marbella era una ciudad con algo más de 12.000 habitantes, siendo la pesca, la agricultura y algo de minería las principales industrias.
Unas cuantas familias eran propietarias de la tierra
Como en gran parte de España en aquella época, unas pocas familias controlaban la mayor parte del territorio, pero tenía un microclima fantástico, una enorme cantidad de tierra para el desarrollo y sólo unos años más tarde se había convertido en un glamoroso lugar de reunión para los ricos y famosos.
Ya en 1953, el príncipe Alfonso von Hohenlohe (cuyo padrino fue el rey español Alfonso XIII) comenzó a construir un pequeño hotel de 18 habitaciones para atender a los amigos que viajaban a la ciudad desde toda Europa y lo llamó Marbella Club Hotel.
En 1955, su primo, el Conde Rudi von Schönburg, recién graduado en Suiza, aceptó la oferta de unirse a él y el futuro del Marbella Club fue de crecimiento, mientras que al Conde Rudi todavía se lo ve regularmente en el hotel a pesar de que ahora tiene 90 años.
Marbella era el lugar para estar
De repente, Marbella se convirtió en el lugar donde había que estar y ser visto, por lo que muchas de las estrellas de cine y miembros de las familias reales europeas que la visitaban decidieron comprar sus propias propiedades en la zona.
Por supuesto, hubo un auge en el desarrollo inmobiliario y la ciudad comenzó a expandirse a medida que más y más personas, tanto de España (Madrid está a solo 600 kilómetros de distancia) como del extranjero, en particular del Reino Unido, decidieron primero comprar segundas residencias.
Interés en Oriente Medio
Más tarde fue el turno de Oriente Medio, donde Marbella se convirtió en la favorita de la familia real saudí, así como de los inversores de Oriente Medio, que ayudaron a que el boom inmobiliario continuara.
Después de haber logrado superar un par de escándalos importantes con varios políticos locales, la ciudad se convirtió en una ciudad, actualmente con más de 150.000 residentes registrados y una infraestructura que le ha permitido convertirse en un vibrante destino vacacional de 12 meses en lugar de depender únicamente de la temporada de verano.
Toda una gama de propiedades
Con una superficie de 117 kilómetros cuadrados, la ciudad tiene algo para todos, con propiedades con precios que van desde cientos de miles hasta muchos millones, excelente educación privada, una magnífica variedad de bares y restaurantes, tiendas de primer nivel, así como concurridos mercados, numerosos campos de golf y algunas de las mejores playas de la Costa del Sol.
Las zonas más caras incluyen La Milla de Oro, Guadalmina, Benahavís, Puerto Banús y Nueva Andalucía, pero todavía se pueden conseguir gangas en otros lugares.
Sí, puede haber algunos atascos de tráfico en plena temporada de verano, pero en comparación con las carreteras llenas de baches y sin construir de los años 50 y 60, las autovías y autopistas funcionan, aunque puede haber algunos retrasos en las horas punta.
La línea ferroviaria aumentaría los precios
Se espera que con suficiente impulso público y municipal, el Gobierno Nacional encuentre una manera de extender la línea ferroviaria que va desde la ciudad de Málaga a Fuengirola para que finalmente llegue a Marbella y cuando eso suceda, los precios de las propiedades sin duda aumentarán aún más.
