Las principales metas del Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2024-2026, en dos años de Gobierno del presidente Gustavo Petro van a un ritmo lento en el sector agrícola, donde los propósitos centrales están en riesgo de fracasar, mientras que en comercio e industria la dinámica es más positiva.
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Y aunque las propuestas podrían ser ambiciosas, según los expertos, lo cierto es que al menos en materia agrícola los planes no van a tener el tiempo suficiente para culminar de manera efectiva. Un ejemplo de ello es la entrega masiva de tierras en el país.
Los documentos del Departamento Nacional de Planeación (DNP) registran que una de las principales metas de este Gobierno, bajo el resorte del Ministerio de Agricultura, es entregar 2,9 millones de hectáreas, avanzando en la restitución y titulación como uno de los instrumentos esenciales para alcanzar la paz y potenciar la producción agrícola nacional.
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Sin embargo, al revisar el detalle de algunos de los indicadores de entrega de predios, se observa la meta de ‘Hectáreas entregadas a través del fondo de tierras’ un porcentaje de avance de 0%. Incluso, no cuenta con fecha de corte, lo que podría dar a entender que esta no se ha comenzado a gestionar.
De acuerdo con los expertos, el intento de llegar a las 3 millones de hectáreas de tierras fue una apuesta ambiciosa, que por más que se pretenda, no se va a lograr alcanzar en los dos años que le quedan de mandato a Gustavo Petro.
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Enrique Herrera, experto en tierras, le dijo a Portafolio que según lo dicho por el Gobierno, la compra de predios va por el orden de 160.000 hectáreas, sumado a que de febrero a julio han comprado otras 15.000.
Agro
Archivo El Tiempo
“Necesitarían comprar mensualmente 45.000 hectáreas, es decir una área como la de Bogotá y con un presupuesto menor para el 2026. Lo que hemos dicho, esto será, aunque ya lo es, una política fracasada”, opinó el experto.
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Por su parte, la exministra de Agricultura, Cecilia López, señala que antes de su salida ella propuso bajar la meta de 3 millones a 1,5 millones de hectáreas, teniendo en cuenta la complejidad del proceso.
“No hay chance de que puedan cumplir esa meta. Ni siquiera, al paso que van, llegarán a las 500.000 hectáreas. Con la llegada de Jennifer Mojica, se armó una confusión, porque conmigo, Gerardo Vega, exdirector de la ANT, enviaba todas esas cifras directamente a Palacio. Para nosotros era una proeza entender qué se estaba haciendo”, señaló López.
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Otra de las grandes promesas del Gobierno en su PND fue la formalización de la pequeña y mediana propiedad rural. Según los objetivos, la meta es terminar el cuatrienio con 3,9 millones de hectáreas formalizadas mediante títulos a sujetos de ordenamiento social. Sin embargo, hasta ahora el avance de este indicador está en 0%.
Cecilia López, Ministra de Agricultura y Desarrollo Rural.
Sergio Acero / EL TIEMPO
Para Herrera, este es un imperativo nacional pero no está avanzando de manera positiva. “Con corte a 15 de mayo sólo han registrado, en las oficinas de Registro de Instrumentos Públicos, es decir, las que efectivamente y jurídicamente transfieren la propiedad del Estado al adjudicatario, 284.967 hectáreas”, estimó.
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Sumado a las dos anteriores, otra de las banderas de este mandato ha sido el Catastro Multipropósito. Con base en las indicaciones del PND, la meta es actualizar esta herramienta, pasando de un 9,4% en 2022 a 70% en 2026.
A diferencia de otros indicadores, el DNP registró que con corte el 31 de diciembre de 2023, este factor ha avanzado en un 17,71%. Sin embargo, los expertos opinan que este propósito se abandonó por darle prioridad a la política de entrega de tierras.
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“El catastro Multipropósito es un instrumento idóneo para conocer el territorio, tener información no sólo física y jurídica del predio, sino también económica, ambiental y social y a partir de ahí, ordenarlo. Se abandonó por una política de entrega de la propiedad de la tierra que no sólo está fracasada sino que no es el camino para rescatar ni el campo ni la ruralidad colombiana”, aseguró Herrera.
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Cortesía
Así mismo, Cecilia López agregó que durante su gestión ministerial la idea era que en las 6 millones de hectáreas que se estaban analizando, identificar las merecían propuestas y de ahí dirigir el Catastro. “Pero eso nunca se logró hacer porque cuando propuse eso, el Presidente estaba obsesionado con la expropiación exprés y no pudimos avanzar”, apuntó.
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Vale la pena destacar que hay otras metas de esta cartera que han mostrado mejores avances. Por ejemplo, los sistemas de trazabilidad de productos agropecuarios se han gestionado en dos años al 100%, al igual que lograr nuevas admisibilidades sanitarias y fitosanitarias para la diversificación de las exportaciones, que ya está en el 70,83%.
Otras de las más importantes son aquellas relacionadas con el crédito y el aseguramiento. Para el caso de la segunda, la meta ya alcanzó un avance del 57,22%, mientras que las operaciones de fomento de crédito para pequeños productores va en una ejecución del 32,51%. Mientras tanto, el área con distritos de riego de pequeña escala existentes rehabilitados, complementados y modernizados ha avanzado en el 56,85%.
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Ahora bien, de acuerdo con los expertos, las metas abanderadas por el Gobierno han sido ambiciosas y lo más probable es que al término del periodo de mandato no logren ser cumplidas en su totalidad.
El agro colombiano.
Archivo EL TIEMPO
¿Un Mincomercio que está logrando metas?
Entre tanto, durante el Gobierno de Gustavo Petro el desarrollo del sector de comercio, industria y turismo ha sido priorizado, especialmente para transformar la economía del país. El Ministerio de Comercio, Industria y Turismo reporta que se están gestionando en gran medida las políticas de reindustrialización.
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Algunas de las que destacan son que el sector público y privado trabajaron en conjunto para resolver 70 barreras que afectan del desarrollo empresarial de sectores clave para las apuestas productivas de ‘Salud’, ‘Agroindustria y soberanía alimentaria’ y ‘Defensa y vida’.
Así mismo, afirman que lograron ampliar la oferta de servicios de asistencia técnica, fortalecimiento, desarrollo empresarial, cierre de brechas productivas y comerciales, y encadenamientos productivos en el país. De acuerdo con los datos, pasaron de 23 a 32 departamentos, los cuales se han beneficiado unidades productivas y micronegocios de la economía popular así como micros, pequeñas y medianas empresas.
“Esto representa un incremento del 349% en los recursos destinados a estos beneficiarios, respondiendo a las apuestas productivas de los territorios, pasando de $51.713 Millones en 2022 a $232.304 Millones en 2023 y 2024”, indicó la cartera.
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Cabe señalar que uno de los indicadores que ha presentado mayor dinamismo ha sido el de las unidades productivas de la economía popular beneficiarias de instrumentos de inclusión financiera, que según el DNP, su ejecución alcanza 374,74% en lo que va del periodo.
Centros de Reindustrialización Zasca.
Pero por otra parte, según la información presentada por el DNP, en la meta de participación de las exportaciones de bienes no minero energéticos y servicios en el total del comercio exterior, el avance ha sido del 97,2% con corte al 31 de diciembre de 2023, cuando el objetivo era llegar al 55,8% al cierre del cuatrienio. Es decir que ya está prácticamente lograda.
De igual forma, la creación de centros de reindustrialización Zasca en funcionamiento lleva con corte al 30 de junio de este año una gestión del 68,75%. Cabe resaltar que la meta es alcanzar un total de 32 de estos centros y hasta la fecha están en funcionando 22.
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«En detalle, se atendieron 6.837 beneficiarios en el periodo, de los cuales 4.020 son mujeres. Adicionalmente, se incrementó el número de intermediarios activos a 17 y a la fecha, se tiene un acumulado de 93.208 beneficiarios con instrumentos de inclusión financiera«, añade el DNP.
A su turno, la presidenta de AmCham Colombia, María Claudia Lacouture, considera que los resultados de esa serie de metas en materia de comercio exterior que se planteó el Gobierno con el objetivo de diversificar la economía, fortalecer la industria nacional y promover un desarrollo sostenible, no son blanco o negro, sino más bien claro-oscuro.
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“En comercio se ha apalancado sobre lo construido principalmente sobre el aprovechamiento de los acuerdos comerciales, abriendo espacios para la mejora de estos. Sin embargo, Colombia ha sido afectada por la desaceleración internacional, lo que ha resultado en una disminución de las exportaciones. Factores como la inflación, altas tasas de interés y una tasa de cambio volátil han encarecido la operación industrial y empresarial, reduciendo la competitividad en los mercados externos”, dijo.
Exportaciones no mineras
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¿Qué falta en comercio?
De acuerdo con María Claudia Lacouture, actualmente se debe dar certidumbre para que se tenga confianza que Colombia da las condiciones para invertir. Adicionalmente, manifiesta que es necesario dinamizar la capacidad del tejido empresarial y mejorar su productividad a través de diversas herramientas.
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Algunas de las que mencionó son el acceso a tasas de interés blandas para créditos orientados a los procesos de producción y de exportación, capacitación, adaptación de productos, simplificación de trámites que resuelva todas las trabas que están impidiendo el desarrollo económico donde participen todas las entidades involucradas en el comercio.
“Se deben determinar las inversiones trabadas que ya cuentan con presentación de proyectos con recursos, para agilizar los permisos ambientales a través de la Anla y facilitar la consulta previa”, señaló.
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De igual forma, agregó que tanto para la industrialización como para la atracción de inversión se requiere de confianza, reglas claras y certidumbre, «enviar mensajes claros a los empresarios y promover acciones internas que propicien el desarrollo empresarial que genera progreso, crecimiento económico y empleo«.
