Istmina, Chocó – 13 de agosto de 2024 – El alcalde de Istmina, Chocó, Jaison Mosquera, ha hecho un urgente y desesperado llamado al Gobierno Nacional, encabezado por el presidente Gustavo Petro, en medio del paro armado impuesto por el Ejército de Liberación Nacional (ELN). Desde el pasado 12 de agosto, la comunidad de Istmina se encuentra en una situación crítica, con severas restricciones que han paralizado la región, impidiendo el acceso a alimentos, medicinas y servicios básicos.
El paro armado del ELN ha dejado a la población de Istmina atrapada en sus hogares, mientras que numerosas familias han sido desplazadas debido a la creciente inseguridad y el temor a represalias. Las restricciones impuestas por el grupo armado han generado un grave desabastecimiento, afectando especialmente a los sectores más vulnerables de la comunidad.
El alcalde Mosquera, visiblemente afectado por la situación, expresó su sentimiento de abandono por parte del Gobierno Nacional. «Me siento solo», declaró Mosquera, señalando la falta de apoyo y asistencia por parte de las autoridades nacionales. Según el alcalde, la falta de recursos y ayuda ha obligado a muchos residentes a dormir en las calles, sin acceso a alimentos, agua potable o atención médica.
Ante la gravedad de la situación, el alcalde Mosquera hizo un llamado urgente al Gobierno Nacional para que tome medidas inmediatas y efectivas. Solicitó la implementación de programas de asistencia humanitaria y de seguridad, que permitan a la comunidad superar la crisis y garantizar la protección de sus derechos básicos.
«La situación en Istmina es insostenible», advirtió Mosquera, subrayando la necesidad de una intervención directa del Gobierno para evitar un mayor deterioro de las condiciones de vida en la región. Según el alcalde, la respuesta gubernamental debe ser rápida y coordinada, involucrando a diversas entidades para proporcionar tanto la asistencia humanitaria como la seguridad que la comunidad necesita desesperadamente.
La situación en Istmina no solo pone de manifiesto la vulnerabilidad de las comunidades en regiones afectadas por el conflicto armado, sino que también resalta la necesidad de una presencia estatal más sólida y comprometida en estas zonas. El llamado del alcalde Mosquera refleja la angustia de miles de ciudadanos que ven cómo sus vidas y derechos son amenazados por la violencia y la falta de apoyo gubernamental.
El paro armado del ELN ha exacerbado una crisis humanitaria en una región ya afectada por el conflicto, y la respuesta del Gobierno será crucial para determinar el futuro inmediato de la población de Istmina. La comunidad espera que sus súplicas no caigan en oídos sordos y que se tomen acciones concretas para restaurar la paz y la normalidad en su región.
