Hoy en día disfrutamos de nuestras computadoras y dispositivos electrónicos en cualquier momento y lugar, ya que su tamaño nos permite transportarlos allí hacia dónde vamos. Esta fantástica característica en los inicios de la computación solo era visible para los científicos que tenían mucha imaginación y los escritores de ciencia ficción, que muchas veces eran la misma persona.
En los inicios de la informática, las primeras computadoras eran equipos muy grandes y pesados, consumían mucha electricidad, despedían mucho calor y eran increíblemente costosos, por lo cual sólo se los podía ver en centros de estudio e instalaciones secretas militares, un escenario completamente diferente al que podemos ver hoy.
Esta comodidad y funcionalidad tuvo un origen, una humilde calculadora mecánica llamada Z1, que es considerada con gran consenso en todo el mundo como la primera computadora del mundo. Si quieres saber más acerca de esta computadora ancestral, lo único que tienes que hacer es seguir leyendo el resto del artículo, en donde encontrarás la mejor información sobre la Z1. Además haremos un repaso por la primera computadora digital y la primera computadora personal, que no es la de IBM.
¿Quién inventó la primera computadora? ¿En qué año?
Mencionábamos más arriba que existe el consenso de considerar que la Z1, una calculadora mecánica de origen alemán, es la primera computadora del mundo. Esto es debido a que tenía la capacidad de ser programable. Sin embargo, las controversias en este sentido giran a que el dispositivo no ofrecía un propósito general, por lo cual en ciertos aspectos no puede considerarse como una verdadera computadora, ya que sólo podía hacer cálculos. De cualquier manera, fue sin dudas un paso más que impresionante en el ámbito de la informática.
La Z1, que empezó a ser desarrollada y construida bajo el nombre “VersuchsModell 1”, que en español significa “Modelo experimental 1”, nombre que fuera cambiado más tarde a Z1 para evitar confusiones con las V1, las bombas voladoras que azotarían Londres y otras ciudades más tarde en la 2da. Guerra Mundial.
El cerebro detrás de este diseño fue Konrad Zuse, un ingeniero civil graduado de la Universidad Técnica de Berlín, que diseñó y construyó este impresionante ingenio mecánico en el año 1938, en el living de su casa, tras renunciar a su trabajo en la fábrica de aviones Henschel.
Que la Z1 (Zuse 1) sea considerada como la primera computadora es debido fundamentalmente a que en diseño contaba con casi todos los elementos de la estructura de proceso con que hoy cuenta una computadora moderna, incluyendo su unidad de control, memoria, micro secuencias, lógica de punto flotante, así como sus respectivos dispositivos de entrada y salida de datos.
Cabe destacar que la programación de la Z1 se llevaba a cabo mediante un sistema de cinta perforada, básicamente una cinta de celuloide de 35 mm, y un lector de cinta perforada adaptado a ese formato, que era capaz de leer las perforaciones en dicha cinta.
¿Cuánto medía? ¿Cuánto pesaba? ¿Cómo era?
La primera computadora, la Z1, era bastante pesada y voluminosa, por lo menos para los estándares actuales, ya que la unidad pesaba alrededor de 1000 Kg, constaba de 20000 piezas mecánicas, todas construidas por Zuse y su equipo, y tenía aproximadamente un tamaño de 2 metros por 1, 5 metros.
Básicamente esta primera computadora en su forma física estaba compuesta por cientos de pequeñas y delgadas placas de metal que interactuaban entre sí y la memoria de la unidad. También contaba con un motor eléctrico, el cual era el encargado de suministrar la frecuencia de reloj necesaria para que se sincronizara todo el dispositivo.
¿Para qué se usaba la primera computadora?
Si bien fue un impresionante logro técnico para la época en que se la construyó, la Z1 no era confiable para hacer cálculos, debido principalmente a que constaba de tantas piezas fabricadas a mano que no se podían calibrar adecuadamente, y daba como resultado resultados erróneos. Por este sencillo motivo, la primera computadora no tuvo una brillante actuación académico ni comercial.
Sin embargo, su diseño y forma de construcción sentaron algunas de las bases en las que se asienta la informática moderna, además de permitir que Zuse pudiera desarrollar cada vez mejores computadoras mecánicas como por ejemplo la Z3 y la Z4, dispositivos que se vendieron en el mercado y prestaron valiosos servicios a grandes compañías de la Alemania de posguerra.
La primera computadora digital
Muchos de nosotros seguramente nos sorprenderemos al saber que la primera computadora digital proviene de la época de las válvulas de vacío, si aquellas válvulas que equipaban a las radios de nuestros abuelos. Esta primera computadora digital es ENIAC, siglas de “Electronic Numerical Integrator And Computer”, que en español significan “Computador e Integrador Numérico Electrónico”, y se trató de un verdadero hito en la historia de la informática, que marcó el camino de todo lo que vendría después.
ENIAC es considerada como la primera computadora digital debido fundamentalmente a que su modo de funcionamiento era por completo digital, esto significa que los procesos y operaciones se realizaban a través de instrucciones en lenguaje máquina, que la diferenciaba de las demás computadoras desarrolladas hacia la misma época.
Este impresionante desarrollo para aquella época, e incluso para esta, debido a la complejidad de su montaje y mantenimiento, como podremos ver más adelante en este mismo post, fue desarrollado y construido en las instalaciones de la Universidad de Pensilvania por un equipo de ingenieros y científicos muy prestigiosas, dirigidos por John Presper Eckert y John William Mauchly.
El proyecto ENIAC se comenzó a desarrollar en 1943 con el propósito de resolver ciertos problemas de balística relacionados con los cálculos de las tablas de tiro de artillería para el Laboratorio de Investigación Balística del Ejército de los Estados Unidos, papel que cumplió con creces y a entera satisfacción de sus operadores, diseñadores y constructores.
ENIAC tenía unas dimensiones titánicas, ya que ocupaba una superficie de 167 m², ya que sus medidas totales eran de 2,4 m x 0,9 m x 30 m, teniendo un peso total de 27 toneladas, en total relaciones con su bestial tamaño.
En cuanto a la electrónica que la conformaba, era increíblemente compleja, ya que contaba con aproximadamente 18000 tubos de vacío, 7200 diodos de cristal, 1500 relés, 70000 resistencias, 10000 condensadores, además de 1500 conmutadores, entre los de tipo electromagnético y relés. Todos estos componentes daban como resultado un consumo eléctrico de aproximadamente 160 Kwh, una cifra realmente impresionante, tanto en aquellos días como en la actualidad.
Sin embargo, el tamaño colosal o el consumo eléctrico de ENIAC no eran un problema, ya que con el presupuesto adecuado y supervisión técnica idónea se podían resolver la mayor parte de los problemas en muy poco tiempo, generalmente unos 15 minutos. Cabe destacar que la mayoría de estos problemas eran causados por las válvulas de vacío que fallaban debido a estar sometidas a un stress térmico por encender y apagar ENIAC, problema que también se resolvió no apagando nunca más a esta gigantesca primera computadora digital.
El verdadero problema de ENIAC se deba cuando debía ser programada. Este era un trabajo de realmente mucho nivel de dificultad, ya que la programación consistía básicamente en la interconexión de diferentes cables entre las diferentes unidades que conformaban ENIAC para que llevarán a cabo el trabajo de forma simultánea, lo que le permitía a la primera computadora digital realizar cálculos en paralelo.
Además de los mencionados cables, la programación de ENIAC requería que varios técnicos tuvieran que encender o apagar alrededor de 6000 interruptores. Tarea ardua que se tenía que repetir cada vez que el programa que se estaba cargando en ENIAC tenía que ser modificado. Parece una tarea sencilla, pero podía durar semanas trabajando en el mismo ambiente en el que se encontraba este gigante computacional, que podía estar a más de 60 grados de temperatura ambiente.
Pero a pesar de todas las dificultades, ENIAC cumplió su labor, pero además permitió dar el paso, mucho más adelante, hacia las computadoras personales, de las que hablaremos debajo de estas líneas.
La primera computadora personal
Muchos piensan que la primera computadora personal fue el diseño que lanzó la IBM en 1981, bajo el nombre PC (Personal Computer), pero antes que este dispositivo Apple Computer ya había lanzado al mercado la Apple II, precisamente en el año 1977. Sin embargo, ninguna de estos dos modelos de computadoras pueden ser consideradas como las primeras, ya que bastante tiempo antes que ellas, más de una década, la firma Olivetti había diseñado y lanzado al mercado la Programma 101 en el año 1964, la que sí debe ser considerada como la primera computadora personal del mundo.
El término “Computadora personal” tiene su origen ya en los comienzos de la informática moderna, a mitad de los años 1960, cuando todavía las computadoras eran demasiado grandes, complejas de operar y caras como para poder ser utilizadas por el público en general, y los científicos soñaban con poder desarrollar y fabricar un dispositivo que pudiera ser parte de los hogares y pudiera ser un verdadero centro de cómputos personal, es decir fuera de los centros académicos y las instalaciones militares. Es por ello que no hay que confundir una marca comercial, como la ostentada por IBM con su “Personal Computer”, con el verdadero significado que tiene el concepto.
Volviendo al tema que nos interesa en estos momentos, la primera computadora personal en el mundo, sin dudas es la Programma 101, un dispositivo diseñado y producido por la compañía italiana Olivetti a principios de la década del 60, precisamente entre los años 1962 y 1964.
Este aparato debe ser considerado como una verdadera computadora debido a que era una máquina que era capaz de hacer cálculos de propósito general. La Olivetti Programma 101 tiene el honor de haber sido la computadora usada por la NASA para llevar a la Apolo 11 a la Luna en 1969.
La Programma 101 fue desarrollada por un equipo de ingenieros liderados por Pier Giorgio Perotto, quien también desarrollara la tarjeta magnética, un dispositivo que marcaría un antes y un después en la historia de la informática.
Este dispositivo se podía programar mediante un lenguaje similar al ensamblador pero con menos opciones, y era posible con la Programma 101 sumar, restar, multiplicar y dividir. Sin embargo, la mejor característica de esta primera computadora personal es que podría almacenar estas secuencias en tarjetas magnéticas, lo que permitía reutilizarlas una y otra vez sin perder tiempo en volver a escribir las operaciones directamente en la Programma 101.
Estas tarjetas magnéticas eran básicamente tiras de plástico con unas medidas aproximadas de 10 x 20 cm que por un lado tenían una capa magnética y en el otro una superficie en la que se podía escribir. Estas tarjetas podían ser grabadas en dos franjas, lo que le permitía al usuario almacenar un máximo de dos programas por tarjeta.
Sin dudas para su época un formidable dispositivo, que permitió a los diseñadores y fabricantes dar un pequeño paso más hacia los que Bill Gates diría muchos años más tarde: “Una computadora en cada casa”.
