Al activista por los derechos Huang Qi, que cumple una condena de 12 años de cárcel en la provincia de Sichuan, en el suroeste de China, por «filtrar secretos de Estado», se le ha negado una vez más la visita de su abogado, según ha podido saber Radio Free Asia.
El abogado de Huang se presentó el miércoles en la prisión Bazhong de Sichuan en un intento por visitar a su cliente, pero las autoridades lo rechazaron, dijo la madre de Huang, Pu Wenqing, a sus amigos a través de la aplicación de mensajería WeChat el miércoles por la noche.
Huang, que ahora tiene casi cincuenta años, ha sido identificado por el grupo de libertad de prensa Reporteros sin Fronteras (RSF) con sede en París como uno de los 10 periodistas ciudadanos en peligro de morir bajo custodia.
Él tiene repetidamente negado los cargos en su contra y se ha negado a «confesar», haciéndolo vulnerable al maltrato y la privación de derechos y privilegios en prisión.
Más tarde, los agentes de la policía municipal de Bazhong siguieron con una visita al abogado en su hotel, escribió Pu en comentarios vistos por una persona en Chengdu que se negó a revelar su identidad por temor a represalias.
«La razón fue que la última vez que un abogado había visitado [Huang]tomaron fotos dentro de la prisión y las publicaron en línea», dijo la persona a Radio Free Asia el jueves.
«El abogado se registró en un hotel en la ciudad de Bazhong la noche del 7 de febrero y cuatro policías de la comisaría local aparecieron allí y los acosaron», dijo la persona.
Un empleado que contestó el teléfono en la prisión de Bazhong el jueves colgó el teléfono tan pronto como escuchó el nombre de Huang Qi.
Más llamadas al mismo número no fueron respondidas durante el horario de oficina.
Las llamadas al número de Pu tampoco fueron respondidas el jueves.
Otro amigo de Huang que pidió permanecer en el anonimato dijo que Pu está actualmente bajo estrecha vigilancia, rodeada de funcionarios y sin poder salir de su casa.
«El abogado de Huang Qi nunca se ha reunido con ella y… los peticionarios [fellow rights activists] tampoco he podido visitarla», dijo el amigo.
Pu, que tiene más de ochenta años, dijo que su médico le dijo en junio de 2022 que su cáncer de pulmón era extendiéndose a su hígadoy pidió al gobernante Partido Comunista Chino que le permitiera visitar a su hijo en prisión antes de que muera.
Dijo que en ese momento vivía bajo la vigilancia de la policía de seguridad del estado, que insistía en acompañarla a cada cita médica.
La última vez que pudo hablar con Huang a través de una videollamada fue el 24 de noviembre de 2022, según la cuenta de Twitter de la red de defensores de los derechos humanos chinos con sede en el extranjero. Una reunión del 28 de enero de 2022 se interrumpió abruptamente dos minutos después de que ella intentara hablar con él sobre los abogados defensores de Huang.
‘Filtración de secretos de estado’
Un tribunal de la provincia suroccidental de Sichuan dictó una pena de prisión de 12 años a Huang, un veterano activista de derechos y fundador del sitio web de derechos de Tianwang, el 29 de julio de 2019.
Huang fue sentenciado por el Tribunal Popular Intermedio de Mianyang, luego de que lo declarara culpable de «filtrar secretos de estado en el extranjero».
Los abogados de Huang y Pu han dicho todo el tiempo que el caso contra Huang fue un error judicial, incluso teniendo en cuenta el trato tradicionalmente duro de los disidentes en China.
Chen Tianmao, un ex oficial de policía acusado junto con Huang, ha dicho que las autoridades de la ciudad de Mianyang en Sichuan «falsificaron» documentos para usarlos contra Huang, además de torturar a Chen, Huang y un tercer acusado, Yang Xiuqiong, en un intento por forzar una «confesión». fuera de ellos
Chinese Human Rights Defenders tuiteó el 24 de noviembre que Huang también había presentado una serie de quejas oficiales sobre su caso ante el Tribunal Popular Supremo y la Fiscalía Popular Suprema a través de la prisión.
El sitio web Tianwang de Huang tenía un sólido historial de destacar peticiones y quejas contra las irregularidades oficiales y las injusticias cometidas contra los más vulnerables de la sociedad, incluidos los desalojados forzosos, los padres de los niños que murieron en el devastador terremoto de Sichuan de 2008 y otros críticos pacíficos de la gobernante Partido Comunista Chino.
Traducido por Luisetta Mudie.
