La FED, organismo que a pesar de no ser una entidad completamente asimilable a lo que en Iberoamérica o en la mayoría del resto de países del mundo se entendería como un banco central es la entidad que ejerce como autoridad en la política que rige el dólar, subió un 0,75 por ciento el tipo de interés de la moneda estadounidense, una subida sin precedentes en casi tres décadas pero que podría ser seguida por otras subidas que podrían alcanzar incluso el mismo valor que la última, lo cual tiene y tendrá un gran impacto dada la importancia que todavía conserva el dólar.
¿El final del dinero barato?
Durante los últimos tiempos el euro y por supuesto el dólar, monedas que no se han emitido con tanta facilidad como otras muchas de sus hermanas del resto del mundo, han visto como su masa crecía de manera exponencial, lo que, probablemente unido al ahorro de las familias durante el confinamiento debido a la imposibilidad de gastar al no poder salir de casa, ha contribuido a que la inflación estadounidense de mayo fuera del 8,6 por ciento, cifra que es la mayor de las últimas cuatro décadas y que a su vez ayuda a explicar la subida de los tipos de interés en un intento de lograr el objetivo declarado de devolver la inflación estadounidense al dos por ciento gracias al final del “dinero barato”.
Y es que el subir el precio del dinero creado por la FED debería servir para que la inflación baje, dado que un dinero más valioso encarece los préstamos de los bancos (si el dinero es más caro para ellos más aún lo será para los usuarios finales) y también hace menos atractiva la inversión, y es que algunos analistas han relacionado la expansión monetaria experimentada durante la pandemia con parte de la espectacular subida del precio de acciones como la de Amazon o criptomonedas como bitcoin, las cuales también han caído con fuerza en consonancia con las recientes noticias financieras.
Lógicamente, cuando el dinero aumenta de valor, su atractivo como forma de ahorro o inversión aumenta también, aunque en inversiones como el trading de forex con CFDs es fundamental conocer los riesgos de operar en mercados volátiles con apalancamiento, los cuales no son precisamente pequeños. Si finalmente aumenta el nivel de ahorro es de esperar que el dinero circulante sea menor y ello también ayudaría a embridar la inflación, ya que a menor demanda la oferta también debería tender a moderar su precio, lo cual evidentemente repercutiría en la inflación en un círculo virtuoso.
El BCE se apunta a la senda marcada por FED
El BCE, Banco Central Europeo, también va a comenzar a aplicar sus propias subidas de los tipos de interés aunque en el 2021 se insistía por activa y por pasiva en que dicha medida no se iba a tomar durante el 2022, postura que ha ido cambiando con el paso de los meses desde que en febrero comenzase a abrir la puerta con cierta timidez a dicha posibilidad hasta que en mayo se anunció la próxima subida de tipos para finalmente concatenarla en junio con el fin de las compras de deuda por parte del BCE, compras que han mantenido baja la prima de riesgo del flanco sur de la Unión Europea.
Aunque desde ciertos análisis se ha acusado de seguidismo al BCE, lo cierto es que otros consideran que no le queda otra alternativa si se pretende mantener el valor del euro frente a la divisa estadounidense, y es que la moneda de la eurozona, que es una moneda de reserva para multitud de instituciones públicas, está muy cerca de la paridad con la moneda estadounidense, algo más dramático si cabe teniendo en cuenta la fuerte dependencia de la Unión Europea de las importaciones sobre todo en materia energética, y una moneda más débil cuando se importa no es nada beneficioso, más aún cuando los precios no dejan de subir y la enemistad entre las dirigencias occidentales y las rusas se enconan cada día más, algo muy negativo si se tiene en cuenta la cantidad de gas y petróleo que la Unión importaba, e importa, de la gigantesca nación euroasiática.