Un año después de retirarse del Abierto de Francia para cuidar su salud mental, Naomi Osaka está de regreso en París y lista para enfrentar los desafíos que se avecinan. Osaka dio un gran paso adelante el viernes cuando participó en una conferencia de prensa antes de la competencia de este fin de semana.
«En su mayor parte, creo que estoy bien», dijo.
El año pasado, la ex número 1 del mundo dijo que experimentó «enormes olas de ansiedad» al hablar con los medios. Después de ganar la primera ronda, dejó de cumplir con sus deberes de prensa y recibió una multa de $15,000. Luego se retiró del torneo. Los problemas de salud mental no solo aparecieron en 2021. Osaka compartió en Instagram que ha sufrido largos episodios de depresión desde que ganó el US Open en 2018. También explicó que tiene ansiedad social, razón por la cual suele usar audífonos durante los torneos.
Durante la conferencia de prensa del viernes, Osaka admitió que hay algunas cosas que son un poco preocupantes en su regreso, pero que espera poder manejarlas. Una de esas preocupaciones son los fanáticos hostiles. A principios de este año, Osaka fue llevada a lágrimas después de ser interrumpido en Indiana Wells. Ese incidente todavía está fresco en su mente.
«Por supuesto, todavía estoy pensando en eso, y también me estoy preparando en caso de que vaya a la cancha y un fanático diga algo como en Indian Wells», dijo.
Osaka también admitió que se sentía diferente hablando con los medios ahora y que se sentía «más divertida» y más relajada que el año pasado.
«Siento que lo que ha cambiado, yo tratando de descifrar a la multitud», dijo. «Siento que soy una comediante y estoy tratando de descifrar qué está bien y qué no».
Si bien habrá obstáculos que no están directamente relacionados con el juego, también tendrá que enfrentar desafíos difíciles en la cancha. La estrella japonesa se enfrentará a la cabeza de serie No. 27, Amanda Anisimova, quien la venció en el Abierto de Australia en Melbourne, para su partido de primera ronda. Osaka dijo que se sorprendió un poco cuando su entrenador Wim Fissette le dijo quién sería su oponente. Sin embargo, también está lista para aceptar la revancha y usarla como motivación.
«No diría que no quiero jugar con ella, porque siento que, para mí, soy el tipo de persona que si me ganas, me motiva más para ganar, y también aprendí mucho de el partido», dijo Osaka.
También admitió que fue un poco de alivio porque un partido de primera ronda contra Anisimova no era su peor escenario.
«Soñé hace un par de días que salía el sorteo y tenía que jugar contra Iga (Swiatek)», dijo Osaka. «Tenía miedo porque estaba pensando en cuál sería la peor jugadora posible para jugar cuando no soy cabeza de serie. Ella me vino a la mente, así que gracias a Dios eso no sucedió».
Osaka, cuatro veces campeona de Grand Slam, actualmente ocupa el puesto 38 en el ranking de la WTA debido a que perdió tiempo por su salud mental y también a una lesión en el tendón de Aquiles.
