Se estima que 791.304 personas de esa raza, palenqueras y raizales han sido víctimas del conflicto.
Los informes sobre cómo las comunidades afrocolombianas fueron afectadas por el conflicto y sufrieron graves violaciones a sus derechos humanos llegaron en la mañana de este jueves a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP)
En el marco de la Semana de la afrocolombianidad, organizaciones como el Comité por los derechos de las víctimas de Bojayá, La Comadre de Asociación Nacional de Afrocolombianos Desplazados (Afrodes) y otras de organizaciones de Tumaco, hicieron entrega de esos informes a magistrados de la JEP, también a la Comisión de la Verdad, a través de Ángela Salazar, y a Luz Marina Monzón, directora de la Unidad para la Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas.
La JEP, la Comisión de de la Verdad y la Unidad de Búsqueda de Desaparecidos hacen parte del sistema de verdad y justicia transicional derivado del acuerdo de paz de La Habana.
«Vemos en la JEP un espacio confiable y de gran compromiso con las víctimas», dijo en el acto de entrega Luz Marina Becerra, representante del movimiento La Comadre, de Afrodes, quien explicó que parte del informe entregaron «tiene que ver con hechos victimizantes que han padecido las mujeres afrocolombianas, entre ellos, la violencia sexual».
Los hechos de los que fueron víctimas esas comunidades tienen capítulos especiales de su ocurrencia, de acuerdo a los informes, en Buenaventura, Cali, Cartagena, Guapi, Tumaco, Riosucio y Quibdó.
En el acto de carácter reservado, por temas de seguridad según lo pidieron las víctimas, las representantes afro señalaron que lo que significó el desplazamiento que sufrieron: «Cuando salimos de nuestros territorios, no sólo perdemos cosas materiales sino una cultura que en otros lugares es difícil llevar».
Para la JEP, estos informes tienen especial importancia para evidenciar «el impacto diferenciado» que ha tenido el conflicto en la población afrocolombiana y el impacto el territorio, el medio ambiente, la cultura y los procesos organizativos de sus comunidades. Según cifras de la Unidad de Víctimas, 791.304 personas negras, palenqueras y raizales han sido víctimas del conflicto armado.
«Celebro que tengamos la oportunidad de recibir informes tan importantes como el que nos entrega el Comité de Víctimas de Bojayá y todas las organizaciones que hoy acuden a nosotros», señaló Patricia Linares, presidenta de la JEP.
Luz Marina Monzón, directora de la Unidad de Búsquedad, dijo, por su parte que se sentían «honrados por la confianza que ponen en este Sistema».
El Tiempo