Las vacunas de refuerzo de Moderna mejoran la protección contra las variantes del coronavirus, y su fórmula actualizada produce el doble de anticuerpos que una tercera dosis de la original.
Moderna compartió los datos iniciales de un pequeño ensayo clínico que demostró que sus vacunas de refuerzo mejoraron la respuesta inmunitaria de las personas contra las variantes del COVID-19. Mientras que, una tercera inyección de refuerzo mejoró los niveles de anticuerpos contra dos variantes principales, específicamente la de Sudáfrica y Brasil.
“El refuerzo específico de la variante funcionó mejor que la inyección original, produciendo casi el doble de anticuerpos neutralizantes”, informó la farmacéutica.
La empresa también está probando un tercer tipo de refuerzo, que es una combinación de las otras dos, y tiene previsto anunciar sus resultados en breve. Las pruebas tanto de la tercera dosis ya autorizada, solo se hicieron en el laboratorio.
Moderna detalló que los efectos secundarios fueron similares a los observados después de la segunda dosis de la vacuna en los estudios previamente reportados, los cuales incluyeron dolor en el lugar de la inyección, fatiga y dolor de cabeza, muscular y articular.
Por su parte, los funcionarios de la FDA ya han señalado que es probable que las vacunas de refuerzo no tengan que pasar por un proceso de pruebas tan riguroso como el de las originales. Esto significa que podrían ser autorizadas más rápidamente.
La vacuna de Moderna requiere dos dosis administradas con un intervalo de cuatro semanas. Al igual que la de Pfizer y Johnson & Johnson, y es muy eficaz contra el Covid, aunque los ejecutivos y funcionarios de la empresa dicen ahora que esperan que esa fuerte protección disminuya con el tiempo.
La vacuna de Pfizer también es un régimen de dos dosis, mientras que la inmunización de J&J es solo una.
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Autoridades ven posible que se requieran dosis de refuerzo
Los nuevos datos se producen en un momento en el que los fabricantes de medicamentos y los científicos afirman ahora que es probable que la gente necesite una dosis de refuerzo de las vacunas Covid-19 y posiblemente dosis adicionales cada año, al igual que para la gripe estacional.
Hasta la fecha, alrededor del 45% de los estadounidenses se ha vacunado por primera vez, y casi un tercio está totalmente vacunado. La mayoría de los expertos creen que serán necesarias dosis anuales.
Sin embargo, el ritmo de vacunación ha disminuido, y si EE.UU. no consigue acercarse a la inmunidad de grupo y sigue teniendo un número de casos relativamente alto, es probable que surjan nuevas variantes.
A pesar de todo lo que se ha dicho recientemente acerca de que nunca se alcanzará la inmunidad de rebaño frente al COVID-19 en Estados Unidos, el presidente Biden anunció el martes un nuevo y ambicioso objetivo nacional de vacunación del 70% con una dosis para el 4 de julio.
El miércoles, las autoridades sanitarias estadounidenses afirmaron que las variantes altamente contagiosas siguen siendo un “comodín” en su campaña nacional para inmunizar a la mayoría de los adultos estadounidenses antes del 4 de julio.
Las nuevas variantes podrían significar que la vacuna tenga que seguir siendo rediseñada para desencadenar anticuerpos que neutralicen las proteínas mutadas de la espiga.
Un informe de los CDC publicado el miércoles, preveía que los casos de Covid-19 aumentarían hasta mayo –debido a la variante B.1.1.7, altamente contagiosa, identificada por primera vez en el Reino Unido– antes de disminuir drásticamente en julio a medida que la inmunización redujera las infecciones. Aun así, las variantes amenazan con revertir el progreso de la nación, dijeron las autoridades.
“Estamos viendo que nuestras vacunas actuales protegen contra las variantes contaminantes que circulan en el país. Sencillamente, cuanto antes consigamos inmunizar a más y más personas, antes volveremos todos a la normalidad”, señaló la Dra. Rochelle Walensky, directora de los CDC, durante una sesión informativa de Covid en la Casa Blanca.
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