Redacción
El presidente de Argentina señaló la importancia de integrar a los sectores más vulnerables, y llamó construir un progreso «con todos adentro».
El presidente de Argentina, Alberto Fernández, llamó este martes a «recrear un multilateralismo basado en la solidaridad, globalizándola», durante su primer discurso ante la 75º Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), que se realiza en forma virtual por el coronavirus.
«El verdadero progreso se construye con todos adentro», dijo el mandatario al marcar la necesidad de la integración de los sectores más vulnerables, en el marco de la crisis económica mundial que provoca la pandemia.
Para Fernández, «la cooperación entre las naciones es el mecanismo para alcanzar el bienestar de la humanidad», y el camino para superar la pobreza, el hambre y la desigualdad en el mundo, problemáticas que se vieron agravadas por la pandemia. «Debemos salir mejores y no peores de esta crisis», manifestó inspirado en la «prédica y el ejemplo» del papa Francisco, al tiempo que condenó los bloqueos económicos que «solo asfixian a los pueblos en medio de esta crisis humanitaria».
En relación al colapso sanitario mundial, Fernández remarcó la importancia de que la vacuna contra el covid-19 sea considerada como «un bien público global, accesible a todas las naciones», teniendo en cuenta que «de la pandemia y de la pobreza nadie se salva solo».
«Endeudamiento tóxicos»
En otro tramo de su discurso, el jefe de Estado argentino instó a la comunidad internacional a que «facilite la reestructuración ordenada» de deudas, permitiendo que los gobiernos puedan pagarlas «sin que su pueblo quede sin salud, sin educación, sin seguridad o sin capacidad de crecer».
Fernández consideró que «el endeudamiento tóxico constituye un freno al desarrollo» de los países.
El pasado 4 de agosto, después de un largo periodo de negociaciones, el Ministerio de Economía de Argentina logró un acuerdo por el canje de la deuda con tres grupos de acreedores de bonos bajo legislación extranjera, por más de 66.000 millones de dólares.
Casi al mismo tiempo, la Casa Rosada inició formalmente conversaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), a fin de refinanciar el acuerdo con el organismo por el préstamo contraído durante la gestión de Mauricio Macri, por 45.000 millones de dólares.
Derechos humanos, medio ambiente y género
En su alocución, que duró alrededor de 15 minutos, Fernández reivindicó el trabajo de su Gobierno en «la lucha contra todas las formas de discriminación y el consecuente compromiso con los derechos de las personas y grupos vulnerables».
En ese sentido, señaló que el mundo pospandemia «puede exacerbar la grave crisis de refugiados y desplazados», y afirmó que la respuesta debe ser la promoción y garantía de los derechos humanos de los migrantes.
De acuerdo al líder peronista, la crisis global provocada por el coronavirus también ha puesto de manifiesto la grave desigualdad de género. Y aseguró que revertirla es «una prioridad y un pilar central de la democracia argentina».
Asimismo, destacó el compromiso de la Casa Rosada con la agenda ambiental, que a criterio del presidente argentino «requiere una importante provisión de recursos financieros, creación de capacidades y transferencia de tecnología por parte de los países desarrollados».
La cuestión Malvinas
Fernández también se refirió a los «legítimos e imprescriptibles» derechos de soberanía de la República Argentina sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes, «ocupados ilegalmente» por el Reino Unido desde hace ya «más de 187 años», a pesar de que forman «parte integrante del territorio nacional argentino».
El pasado mes de junio, el Gobierno solicitó formalmente que se reanuden «a la brevedad posible» las negociaciones con sus pares británicos, que controlan el territorio insular desde el final de la guerra de 1982.
AMIA
En un pasaje de su discurso, Fernández reiteró el pedido de Justicia por el ataque terrorista contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), ocurrido en 1994 y que causó 85 muertos y más de 300 heridos.
«Argentina condena el terrorismo en todas las formas», dijo el mandatario, quien solicitó la cooperación de Irán para esclarecer el atentado, ya que sus autoridades nunca dejaron caer las alertas rojas sobre los imputados de ese país.
A más de 26 años de ese acto criminal, los autores todavía no han sido detenidos.
