El presidente Gustavo Petro anunció el viernes 19 de abril como un día cívico en un intento por abordar la crisis de sequía que enfrenta el país, instando al cese de actividades laborales para conservar agua y energía. Sin embargo, la medida encontró resistencia por parte de varios alcaldes y gobernadores, quienes optaron por mantener las operaciones habituales en sus jurisdicciones.
La decisión de desacatar el decreto presidencial fue evidenciada por mandatarios locales prominentes, incluidos el alcalde de Medellín, Federico ‘Fico’ Gutiérrez, el alcalde de Cali, Alejandro Éder, y el alcalde de Barranquilla, Alejandro Char, entre otros. A través de las redes sociales, estos líderes informaron a la ciudadanía que todas las actividades laborales se llevarían a cabo con normalidad en sus respectivas administraciones durante el día cívico declarado por el presidente.
El desacato de la medida presidencial ha generado un debate sobre la autoridad y la autonomía de los mandatarios locales en tiempos de crisis nacional. Mientras que algunos respaldan la decisión de Petro como un intento legítimo de abordar la emergencia ambiental, otros argumentan que las medidas de austeridad deben ser implementadas de manera coordinada y uniforme en todo el país.
La crisis de sequía y la necesidad de conservar los recursos naturales ha puesto de relieve las tensiones entre el gobierno central y las autoridades locales, así como la importancia de la colaboración y la coordinación en la gestión de crisis ambientales. A medida que la situación continúa desarrollándose, queda por ver cómo se resolverán estas diferencias y qué acciones se tomarán para abordar de manera efectiva la crisis de sequía en Colombia.