Se acerca diciembre y con esto el país se alista para una de las discusiones más importantes del año, puesto que allí se define cómo quedará el salario mínimo y otros elementos que se asocian a la remuneración de más de 2,5 millones de trabajadores en el país, como el subsidio de transporte y los aportes parafiscales.
En esta ocasión, según lo advierten algunos expertos y sectores sociales, las conversaciones entre empresarios y centrales obreras, partirán más desde lo político que de lo económico y ven difícil que las partes se pongan de acuerdo, por lo que probablemente no se logre un acuerdo y dicho aumento se vuelva a dar por decreto.
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Mientras tanto, desde los sindicatos esperan que el incremento salarial sea de dos dígitos, argumentando que se debe subsanar la deuda histórica que hay con los trabajadores. Por su parte, esta semana el Ministro de Hacienda manifestó que no cree que se llegue hasta allá, si se tiene en cuenta que el punto de partida de las negociaciones estaría sobre el 6,2%, teniendo en cuenta la dinámica actual de la economía.
Precisamente, con el fin de aportar al debate, la Cámara Colombo Americana (AmCham) indicó que en el proceso hay que tener en cuenta la viabilidad del tejido empresarial y que el aumento debe ser coherente y consciente con el momento que vive el país y aspectos como, por ejemplo, el lento crecimiento económico.
Para la presidenta de esta asociación empresarial, María Claudia Lacouture, a pocos días de comenzar de manera formal el proceso de discusión entre trabajadores, gobierno y empresarios, del salario mínimo para el año 2025; es necesario revisar varios aspectos.
“Nosotros lo que esperamos que haya consistencia y coherencia con la realidad del país y en ese sentido que esté acorde con la inflación y los niveles de productividad. Lo que sugiere que debería de ser por debajo dos dígitos”, indicó Lacouture.
Agregó que en este proceso las partes tienen que tener en cuenta “la realidad de la viabilidad del sector empresarial. Si no tenemos empresas que pueda cubrir con esos requerimientos, pues efectivamente vamos a llevar a un proceso de mayor desempleo, cuya tasa está manteniéndose de una u otra forma estancada”.
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La Presidenta de AmCham Colombia recordó que los salarios son parte esencial del crecimiento económico del país y que los ingresos que se generan a través del empleo contribuyen a la superación de la pobreza del país.
Cabe resaltar que por el lado de las empresas no hay una posición unificada todavía, no obstante, en varias ocasiones han dicho que el país enfrenta un escenario retador por cuenta de la desaceleración y que tras las recientes reformas tributarias y por la falta de un plan de reactivación, actualmente deben lidiar con muchas presiones que están debilitando su posibilidad de aportar a la economía.
Por su parte, el Ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, fue claro en que “el año pasado estábamos discutiendo ajustes de salarios, pero teníamos una inflación de dos dígitos; en este momento el punto de partida es la inflación causada. Por fortuna la inflación ha bajado sustancialmente y ya no genera tanto estrés en las negociaciones, que esperamos sean consensuadas”, sostuvo.
De esta forma, el panorama para lo que vendrá de cara a las conversaciones entre centrales obreras y los gremios prometen un amplio debate, dado que la dinámica de crecimiento es moderada y todavía no hay un plan claro de reactivación económica que saque del terreno negativo a sectores importantes en la generación de empleo.